Si de algo puede presumir Sony, es sin duda de haber tocado un gran abanico de géneros dentro de sus desarrollos internos: Coches, acción, aventuras, «efe-pe-eses», juegos de lucha en plan Smash Bros, naves, rpgs y, en el caso que nos ocupa, juegos de plataformas.
Saliendo a la venta a precio reducido y sin hacer mucho ruido llegó esta pequeña joya llamada Puppeteer, que lejos de las técnicas «del martillo pilón» que las distribuidoras emplean con los juegos que son presuntamente AAA (y que muchas veces solo lo son en cuanto a la pasta que se gastan en ellos), no ha disfrutado del cariño que se merecía en un mes en que el jodido Grand Theft Auto V ha acaparado la mente de todos los jugones. Por suerte, aquí estamos los pulpos, azotes de GTA’s y fps clónicos, dispuestos a demostraros lo maravillosa que es esta pequeña perita en dulce…
Que empiece el teatro de marionetas
En las noches más oscuras, el malvado Rey Osoluna captura las almas de los niños para que le sirvan como mascotas en su castillo. Entre esos niños encontramos a Kutaro, nuestro joven protagonista de madera al que han arrancado la cabeza.
Como protagonista que es, pronto se dará cuenta de que es el «elegido» que conseguirá robar las magníficas tijeras Calibrus y, gracias a ellas y a los diferentes poderes que encontrará en su camino, que le servirán para enfrentarse a los generales del Rey Osoluna e ir recuperando los fragmentos de la piedra lunar.
Como veis, Sony Computer Entertainment Japan Studio (SCEJS) nos trae una historia tan sencilla y fresca como su forma de contárnosla, pues todo se desarrollará como si de un espectáculo de marionetas se tratase.
Se me va la olla
La principal particularidad con la que contará Kutaro en este título es el hecho de llevar diferentes cabezas en el transcurso del juego. Ninguna (excepto las que nos dan los power-up de la historia) tendrá un papel obligatorio en la historia o el desarrollo de nuestra aventura, pero si estamos con la cabeza adecuada en la zona en que poder usarla, podremos desbloquear diferentes niveles secretos, cabezas especiales o conseguir algún tipo de ayuda en la partida (incluso invocar a un Mecha-Calamar gigante).
Es una pena que más allá de lo dicho, el «factor cabezas» no tenga más importancia o utilidad en la aventura (como por ejemplo dotar a Kutaro de diferentes poderes según que cabeza lleve, pero bueno…para eso tendremos las cabezas principales (Caballero, Ninja, Pirata y luchador) que, junto a Calibrus, crearán toda la gama de movimientos y acciones que nuestro degollado protagonista podrá realizar.
A esto habrá que añadir el uso de Yin-Yang (que posteriormente será sustituido por otro personaje), un simpático compañero que controlaremos con el analógico derecho y gracias al que podremos investigar partes del escenario en busca de oro o cabezas ocultas.
Como decía, aparte de las 4 cabezas principales que nos servirán para poder usar un escudo, lanzar bombas de Hanabi (fuegos artificiales), utilizar un garfio o aplastar cosas, tendremos las excepcionales Calibrus, nuestra arma principal y que nos permitirá cortar de todo. Con ellas, aparte del uso ofensivo, pasaremos una gran parte del juego cortando elementos que nos permitirán ir flotando y, de esa manera, completar plataformeos que resultarían imposibles de otra forma.
No crees que con esas tijeras que tienes, podrías rebajarle un poco las lorzas a mi parienta?
Así será el tono de humor desenfadado y simpático que nos encontraremos a través de las escenas de teatrillo que veremos entre cada acto y capítulo del juego. Puppeteer contará con un estilo gráfico único que resultará bastante similar a Little Big Planet, haciendo que los detractores de este se alejen rápidamente del juego erroneamente, pues Puppeteer es un plataformas puro y duro de los de la vieja escuela.
Este sentido del humor será frecuente a través de los 7 actos/21 niveles con los que contará el juego, en los que veremos con constancia como se rompe la barrera de la cuarta dimensión (aunque no al estilo de nuestro querido Deadpool), incluso escuchando las risas enlatadas de los espectadores de nuestra obra de teatro.
En definitiva
Puppeteer es uno de esos juegos que no abundan. Simpático, plataformero y muy disfrutable por y para todos los públicos, con una variedad de escenarios, situaciones y acciones que harán que el juego no solo nos divierta, sino que además nos invitará a rejugarlo para sacar todos los niveles de bonus secretos.
Además está perfectamente ambientado gracias al genial trabajo de doblaje y la más que notable banda sonora.
Ojalá en la generación que viene de camino tengan cabida también estos juegos con los que nos sorprenden de vez en cuando. A mi desde luego, me han ganado con el.
Lo mejor
-Es divertido
-La ambientación, excelentemente cuidada
-Rejugable
-El precio de lanzamiento son 39’90
Lo peor
-Quizá tiene demasiados vídeos entre los capítulos
-Que las cabezas no tengan más usos que los de determinados escenarios
La alternativa : Rayman Legends
