Análisis

[Análisis] The Legend of Zelda: A Link Between Worlds

La salida de un nuevo juego de la saga Zelda siempre es una buena noticia. Aunque haya gente que los tilde de refritos, repetitivos y poco innovadores, algunos los seguimos disfrutando como niños y más aun si tienen la calidad de este The Legend of Zelda: A Link Between Worlds. Porque no nos engañemos, el remake del Ocarina esta genial y no le haremos ascos, pero se necesitaba una nueva entrega nueva y de calidad. Lo mismo que en Wii U, pero eso ya es otra historia.

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Una historia que nos traerá viejos recuerdos

Según la historia oficial, The Legend of Zelda: A Link Between Worlds es la secuela directa al gran The Legend of Zelda: A Link to the Past. Y ésta sucede 6 generaciones después de las aventuras vividas en Super Nintendo.
Así pues, no es de extrañar que el inicio del juego sea un «déjà vu» constante y que alguien pueda parecerle «más de lo mismo», ya que todo el inicio del juego transcurre en aquel Hyrule por el que paseamos, lloramos, reímos y sufrimos hace ya la friolera de 22 años. Pero nada más alejado de la realidad. El juego homenajea totalmente a su antecesor, pero esto se acaba rápidamente tras entrar en la primera mazmorra y descubrir, que ahora si, estamos ante un juego totalmente nuevo.

Así pues y sin spoilear demasiado, os diré que la aventura comienza, como no en Hyrule. Una Hyrule con el mismo mapeado de aquella aventura vivida en Super Nintendo y la cual reconocerán al dedillo los que ya jugaron dicha aventura. Una Hyrule con un nuevo y siniestro personaje que pretende reunir de nuevo la trifuerza y con ella traer a Ganon de nuevo a la tierra de los vivos para desatar el caos. Poco después de un par de mazmorras que sirven como presentación al juego y alguna cosita más, pasamos a un universo paralelo, donde llegamos a Lorule, que será el nuevo «campo de batalla» de gran parte de la aventura. Eso si, durante el juego deberemos alternar de un universo a otro a través de unos portales que iremos descubriendo y que gracias a éstos podremos ir llegando a ciertas zonas a las cuales no podríamos acceder por medios convencionales.

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Otro de los cambios que nos trae esta entrega, es en el apartado de los items y de las armas. En esta ocasión no lo encontraremos en las mazmorras. Al menos no todo, ya que éstas aun estarán plagadas de cofres rebosantes de rupias y unos cuantos objetos esenciales.
Aquí es donde entra en juego Ravio, un personaje que con todo el morro del mundo, se instalará en nuestra casa para montar su tienda de items (arco, gancho, bumerang, bombas, etc.) y así hacer negocio a nuestra costa. ¿Y como es eso? Pues muy sencillo, dicho personaje nos alquilará gran parte de los items del juego por un módico precio hasta que perezcamos. Una vez muertos, éste los recuperará y si los queremos recuperar, deberemos volver a alquilarlos. Una vez más adentrados en la aventura, nos darán la opción de comprar dichos objetos por una suma muy superior, pero con dos ventajas básicas. La primera es que al comprarlos ya nos los perderemos al morir. Y la segunda es que una vez sean nuestros, podremos mejorarlos.

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¿Esto no lo había visto yo antes?

Técnicamente el juego en un principio puede parecer que no tiene nada del otro mundo. Pero una vez nos ponemos al mando, nos damos cuenta que han ido un poco más allá. El remejorado entorno gráfico que vimos en A Link to the Past le da la robustez. No es que sea el mismo motor, es la misma perspectiva, el mismo estilo, pero elevado a Nintendo 3DS. Y aunque se pueden decir muchas cosas por ahí, luce espectacular. Además, si a esto le añadimos el acertadísimo efecto 3D de la portátil de Nintendo, esta vez si, le da un plus que es de agradecer. Y es que aunque pueda parecer un añadido, la verdad es que en algunas zonas del juego, dicho efecto luce espectacular y ayuda y mucho a meternos en la acción.

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Oírlo seguro que si lo he oído…

Y si el entorno gráfico, el mapeado y la vista del juego nos traían grandes recuerdos, esperaros a escuchar las melodías que nos acompañaran durante toda la aventura. Volvemos al mismo concepto, volver a jugar con nuestros recuerdos y sentimientos recuperando la OST del gran A Link to the Past con unas mejoras orquestrales increíbles. Otro de los apartados que hacen de este juego muy grande.

 Conclusión…

Al leer/escuchar por todas partes sobre este A Link Between Worlds no podréis evitar tener esa sensación de «déjà vu» que os comentábamos al principio del análisis, ya que en realidad esa es la principal intención de Nintendo con el juego. Que todo aquel que jugó, disfrutó y tiene el juego grabado en su mente, vuelva a aquellos días a revivir viejas sensaciones. Pero una vez adentrándonos en el juego nos damos cuenta que no es más que eso, una sensación. Una sensación de volver a rejugar uno de los mejores juegos de la historia y que marcó a muchísimos jugadores por los años de los años. Eso si, si somos capaces de quitarnos de encima ese pensamiento de remake o «refrito», nos encontraremos ante un juego absolutamente increíble y totalmente recomendable para todos los amantes de las buenas aventuras. Uno de esos juegos que una vez te atrapan, no te sueltan hasta que salves a la princesa de turno y que restablezcas la paz en el mundo.

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Lo mejor

  • Uno de los mejores juegos (sino el mejor) del catálogo de Nintendo 3DS
  • El efecto 3D esta realmente logrado
  • Logra transportarnos a un tiempo mejor en el que disfrutábamos de grandes aventuras

Lo peor

  • Que por culpa de parecerse al A Link to the Past, haya gente que lo deje escapar
  • No disponer de una 3DS

 

Sobre el autor

Tak0SitH

Uno más de la vieja escuela a bordo. Empecé en este mundillo hace ya unos cuantos eones, he pasado por todos los sistemas y estados. Propios y Prestados. Soy un amante de la (para mí) mejor generación, los 16bits y su encarnizada lucha.
Fuera de esto, informático a tiempo parcial y padre/marido a tiempo completo.
Enamorado (también) de Japón, su cultura y su gastronomía.