Call of Duty sigue dando saltos hacia adelante en el tiempo y apuesta por una ambientación más futurista. Algo que no ha gustado a todo el mundo y que posiblemente sea un gran problema. En las siguientes líneas vamos a intentar contar todo lo que nos ofrece esta última entrega de la saga y si merece o no la pena acercarnos a él sin prejuicios.
Mejora la experiencia para un jugador
Si tuviéramos que calificar el modo campaña de la saga Call of Duty con una sola palabra, esta sería palomitera. Un modo para un jugador que normalmente cuenta historias entretenidas adornadas con cientos de explosiones y acción a raudales. Un poco escriptadas eso sí, pero divertidas y espectaculares al fin y al cabo.
También es cierto que en las últimas entregas la cosa había ido un pelín a la baja y para esta ocasión, este modo recupera la espectacularidad. Si, sigue estando todo muy escriptado y con una historia bastante plana, pero si somos capaces de quitarnos estos perjuicios de nuestra mente, nos encontramos con unas horas de gran diversión. Adornadas con tiroteos en gravedad cero o los delirantes combates a bordo del Jackal. Además para esta entrega se ha añadido la opción de seleccionar misiones secundarias bastante trabajadas que alargan la vida de este modo sin aburrir.
Por otro lado, algo que para el gran público es un lastre como lo es la ambientación futurista, supone un aliciente y toque de aire fresco para la campaña, dándonos así situaciones y escenas espaciales no vistas anteriormente en un Call of Duty.
En resumen una campaña divertida, variada y espectacular que no aburrirá a nadie.
Bienvenido a Spaceland
El modo zombis que tan buenas críticas ha tenido siempre regresa en su vertiente más ochentera. Para esta ocasión la acción de hasta cuatro jugadores se traslada a Spaceland, un parque de atracciones que sufre un ataque zombi en plena década de los 80. Ambientación, música y cameos a tutiplén coronados con la aparición estelear de David Hasselhoff.
Jugablemente el modo no ofrece apenas nada nuevo más allá de la ambientación y se ha arriesgado más bien poco en un modo que a día de hoy sigue funcionando a la perfección.
Multijugador muy conservador
Quizá uno de los puntos negativos del juego es lo establecido y estandarizado por la saga a lo largo de las últimas entregas. Y es que, en lugar de aprovechar la tan criticada nueva ambientación, la gente de Infinity Ward ha optado por un multijugador muy continuista y demasiado cercano a lo ya vivido en Black Ops III.
Y no es que creamos que eso sea malo: el multijugador es bueno y funciona. Pero quizás el no haber aprovechado ese salto temporal para revolucionar dicho modo ha sido perder una buena oportunidad.
Todo y con estas, jugablemente sigue siendo un modo muy divertido en el que la principal seña de identidad es el tamaño de los mapas, que recuperan el tamaño pequeño/medio y que unidos a las nuevas habilidades hace que las partidas sean rápidas y frenéticas.
Como principal novedad en el multijugador tenemos el nuevo modo «Defensor«. El juego nos invita a coger una pelota y retenerla en nuestro poder para ir sumando puntos.
Otro de los añadidos que personalmente más me ha gustado ha sido lo que llaman «Equipo de Misión«. Podremos alistarnos en cualquiera de los cuatro equipos disponibles, dependiendo nuestras habilidades y gustos y, a partir de ahí, nos irán asignando diferentes retos para realizar.
Para acabar con las novedades no podemos olvidarnos del tema de las armas. Se añaden un buen número de prototipos que serán difíciles de desbloquear, ya sea con tiempo o dinero, pero que llevan una serie de modificaciones que pueden desequilibrar el juego.
Técnicamente en su linea
Y es que en este apartado tampoco se ha querido arriesgar y se ha continuado apostando por el motor gráfico que tan buenos resultados ha dado a la compañía. Esto no es malo ya que éste sigue siendo sólido y a un gran nivel sobre todo en la campaña. El problema es en el multijugador que no luce todo lo que debería, sobretodo viendo lo fuerte que está la competencia en este aspecto. Esto puede producir una sensación de déjà vu constante en una saga anual como Call of Duty. Deberían plantearse dar el salto y buscar un nuevo motor que lo haga lucir como uno de los juegos de referencia en el mundo del multijugador y los eSports.
En resumen
En rasgos generales, Call of Duty: Infinity Warfare es un gran juego. Con un apartado técnico tremendamente sólido, una campaña espectacular y divertida y unos modos multijugador y zombi que no fallan, aun siendo excesivamente conservadores para nuestro gusto.
Es posible que ser continuista sea su peor pega. Esto unido a lo fuerte que ha venido la competencia este año pone a Activision en una tesitura de renovación y de salto hacia adelante. Algo que no es precisamente malo y que claramente está en su mano y así poder recuperar los años de máximo esplendor de la saga.
Lo mejor
- La campaña. Espectacular como nunca antes.
- El Modo zombi y el modo multijugador…
Lo peor
- … aunque peca de conservador.
- Técnicamente sólido pero algo estancado.
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