Análisis

[Análisis] Dokuro

Hay juegos que aparecen en la vida de uno de la manera más inesperada y en ocasiones se imponen como “uno de esos juegos que siempre recordaré” Me ocurrió en su día con Fahrenheit, que termino en mi estantería gracias a una muy buena amiga que tras una “No sabia que juego comprarte y como la portada era chula…”  Y con Dokuro me ha pasado algo parecido, en los últimos tiempos el señor Tako-Kun se ha convertido mi “Oráculo de Delfos” particular y es que recomendación que sale de sus “fauces” es compra segura.

Y estando en Japón, entre toda la vorágine que significa un viaje como este, con las maletas llenas de juegos, sin saber aún muy bien la razón, el juego del pequeño Dokuro, encargado por el señor Tako-Kun, empezó a llamar poderosamente mi atención. Todo esto impulsó mi enfermedad “obligándome” a comprar otra copia para mi, sin saber muy bien lo que compraba, pero con la extraña sensación de que sería de las cositas que con más cariño me traía de un viaje que nunca olvidaré y que pienso volver a repetir en cuanto pueda.

Tras probar el juego y exprimirlo al máximo, puedo decir y afirmar que es una auténtica delicia, siendo toda una necesidad escribir este pequeño análisis para un juego tan grande como lo es la aventura del pequeño Dokuro.

Los chicos de GungHo Works y Game Arts nos traen este Dokuro como el primer título que crean para PsVita. Un Dokuro que cuenta con una historia sencilla a la vez que efectiva en la cual no faltan las princesas, los malvados y como no un héroe de lo más carismático.

Dokuro nos cuenta como un terrible monstruo ha secuestrado a una dulce princesa, llevándosela a su oscuro castillo. En dicho castillo es donde hace acto de presencia nuestro protagonista, un pequeño esqueleto, que tiene la misión de custodiar la celda de la princesa. Pero la compasión y el amor se hace dueñas de la conciencia del pequeño esqueleto el cual decide liberar a la princesa, haciendo las veces de  guarda espaldas, acompañándola por todas las estancias del castillo para al fin lograr que escape.

Durante la aventura se nos presentan pequeños cortes animados, que nos cuentan la “evolución” de la relación entre esqueleto y señorita, la cual tiene un comportamiento poco adecuado, a mi forma de ver, con el pequeño esqueleto; ¿como termina esta relación?… pues lo tenéis que descubrir vosotros mismos.

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Y si simple es la historia, muchísimo más simple lo son sus gráficos, pero que esto no os lleve a confusiones, gran parte de la “funcionalidad” de este título y que lo haga tan atractivo es dicho apartado.

Se nos presentan unos diseños planos, tanto en escenarios como personajes y enemigos, con una predominancia de los tonos negros y una gama súper amplia de grises, que realzan algunos toques de color como los rojos, azules y amarillos.

Cada uno de las partes del castillo, que hacen las veces niveles, están perfectamente diferenciadas gracias a unos fondos cargados, pero no saturados, que le dan el toque justo para saber donde nos encontramos, sin que los mismos nos despiste en nuestro cometido en cada una de las estancias.

Artísticamente el juego es una auténtica delicia, nuestro pequeño esqueleto goza de un carisma y personalidad muy marcadas, que sorprende de continuo, sobre todo por la simpleza de su diseño. Lo mismo ocurre con la princesa, la cual parece una pastelito de fresa, pero esto no evita que en algún momento nos den ganas de mandarla a “freír espárragos” ya que en algún momento es más un obstáculo, que ayuda a la hora de solucionar niveles.

También es muy destacable el diseño de enemigos, que aunque escasos, todos gozan de una personalidad muy marcadas, destacando sobre todo los Final Boss de cada nivel, los cuales tienen sus propias rutinas de movimiento y acción, poniéndonos muy complicadas las cosas en cada uno de los niveles.

La mecánica del juego recuerda en algunos momentos a lo visto en ICO, tenemos que superar cada uno de los niveles, llevando a la princesa de un punto “A” a otro “B” superando obstáculos y trampas puesto, en algunos momentos, con muy mala leche ( lo cual se traduce en una gran satisfacción al superarlos ) en pocas palabras Dokuro es un juego de plataformas y puzles.

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 Nuestro pequeño esqueleto dispondrá de una herramientas de lo más interesantes para ayudar a la princesa a escapar del castillo:

– Movimientos básicos: Salto, doble salto, tirar y empujar objetos, tirar de palancas y un pequeño ataque con un hueso.

– Tizas: Pulsando el botón L de nuestras PsVita podremos dibujar con nuestro dedo sobre la pantalla y de esta manera completar ciertas partes del escenario, para ayudar en nuestro avance. Hay unos cuantos colores de Tizas siendo el blanco el primero que obtenemos… ¿el resto? Lo descubrís vosotros mismos jajaj

– Héroe: Si “acariciamos” nuestro panel trasero de la consola, nuestro pequeño esqueleto se transforma en un “apuesto” príncipe, armado con una espada. Este estado, que es limitado en el tiempo, nos otorga habilidades que no tenemos con nuestro aspecto normal. Habilidades como atacar con la espada (distancias más largas) salto en altura y la posibilidad de coger en brazos a la princesa, momento en el cual no podremos saltar.

 Por otro lado, y como señalaba anteriormente, la princesa será parte fundamental a la hora de superar cada uno de los niveles, siendo en algunos momentos una auténtica molestia, ya que la misma se mete en los “fregados” sin pensarlo y nos obligara a  adelantarnos a sus pasos para que no muera. La princesa solo se detendrá ante un precipicio o cuando vea a un enemigo, sino seguirá caminando sin rumbo fijo todo recto.

 De esta manera tendremos que superar las diferentes zonas del castillo, con un pequeño aliciente, en forma de reto, que son unas pequeñas monedas doradas, que se esconden en todos y cada uno de los escenarios. Encontrar estas monedas no es algo obligatorio, pero si he de decir que multiplica el reto y como consecuencia la diversión.

Al fina de cada nivel nos encontramos con una flor, que nos indicara que hemos terminado con éxito dicho escenario. En este sentido y poniendo atención a cada uno de los emplazamientos de castillo, vemos como cada zona se divide en diez fases, las cuales tienen algo a mi gusto negativo, que es la curva de dificultad…  podemos encontrarnos con niveles paseo ( pero paseo, paseo ) seguidos de uno que te tiene atascado durante 20 minutos; es decir hay un desnivel de dificultad brutal en algunos momentos. Aunque he de asegurar que la dificultad del titulo, en líneas generales, no será un impedimento para cualquier jugador, porque aunque la curva de dificultad esté desequilibrada, la curva de aprendizaje está en su justa medida.

 Musicalmente el juego cumple, con unas melodías muy pegadizas y reconocibles, pero como nos quedemos atascados en una zona, puede llegar a ser un poco molesta ya que cada zona del castillo, tendrá su propio tema, el cual se repetirá durante todas y cada una de las fases de cada nivel.

Textos y conversaciones vendrán de forma escrita, acompañados de onomatopeyas muy características de cada personaje, al igual que los FX de muerte tanto de la princesa y nuestro pequeño héroe.

Pero he de admitir, que aunque un poco repetitiva, la banda sonora empasta a la perfección con los FX y estética del título, siendo imposible no reconocer el título simplemente con escuchar un par de compases de la misma.

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Dokuro ha sido un golpe de efecto para mí como jugador, siendo adictivo hasta sus ultimas consecuencias. Un juego que si empezáis no querréis quitarle los tentáculos de encima hasta que no lo exprimáis al máximo.

Una pena que a nuestras tierras llegue únicamente en formado digital, ya  que la versión Japonesa, viene con la opción de poner textos en castellano y una portada de lo más “cuca”…

Que no os asuste el planteamiento en forma de puzles, ya que el juego no tiene una dificultada desesperante, como puede ocurrir en otros títulos, sino que dándole unas cuantas vueltas la solución aparece ante nosotros, generándonos una genial sensación de satisfacción… Pudiendo ser un buen punto de partida si os queréis introducir más adelante en títulos más exigentes.

Sobre el autor

Tako-Doki

Jugador apasionado, que ve los videojuegos como una forma de vida, más que como una forma de diversión. Amante de los juegos más clásicos, herencia de los cientos de horas que pasé en los recreativos y frente a mi adorado Spectrum. Llevo con mucho orgullo mi gusto por los juegos Japoneses, en especial los RPG. Y siempre, tanto en la vida como en los juegos, me enfrento y los supero en nivel difícil.