Si algo es destacable y se le puede agradecer a WiiU es que, aunque a «cuenta gotas» nos está dejando algunas perlitas increíbles e imprescindibles. Un catálogo de exclusividades, no demasiado amplio, pero que tienen ese regustillo de calidad y mimo de antaño.
Y es que Retro Studios se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en una garantía de calidad y pieza fundamental dentro del “complejo engranaje” que se intuye que es el interior de Nintendo. Con cinco títulos ya a sus espaldas, tocando algunas de las franquicias más importantes de la gran N, como la trilogía Metroid Prime y el primer Donkey Kong Country Returns. Sobre todo loable la labor realizada con el “salto de genero” de las aventuras de Samus, dándole forma de Shooter, pero sin perder ni un ápice de las mecánicas clásicas.
Cuando llego en 2010 Donkey Kong Country Returns, la sorpresa fue general; un título fresco, divertido, con un evidente cambio estético, pero que ofrecía todas las sensaciones del clásico de Súper Nintendo, en todos los sentidos “resucitando” ese concepto casi olvidado, en la mayoría de los casos, que es la dificultad… Dificultad que evidenciaba nuestra torpeza, no nuestra pericia a la hora de salvar fallos de programación o mecánicas torpes.
Es destacable el port del primer Donkey Kong Country Returns a 3Ds, con el cual nos libramos de tener que «menear» el mandito, para realizar ciertas a cciones,
Y es ahora en 2013, y tras un fantástico port a 3Ds, cuando nos llega este Donkey Kong Country Tropical Freeze, secuela del anterior título de Retro Studios, con el cual el estudio ha sabido dar un paso adelante en todos los sentidos, ofreciéndonos al mono más chulo en unos preciosistas 720p nativos y unas increíbles 60 imágenes por segundo, y en el que la dificultad ha llegado a un nuevo nivel, no apto para jugadores sin paciencia.
Pero no solo ha mejorado su aspecto y dificultad, sino que a nivel de mecánicas el juego ha sabido mejorar algunos “puntos oscuros” que podía tener su precursor, y añadir algunos nuevos que le dan más dinamismo.
La historia es muy sencilla y, como suele ocurrir, sirve como excusa para lanzarnos directamente a la acción. Y es que después de lo acontecido en Country Returns, la tranquilidad reina en la isla de Donkey. Tranquilidad que es rota por el frío invierno que viene de la mano de un ejercito de barcos, gobernados por un enorme barco Vikingo, cuyos ocupantes son animales de zonas polares, los Frigomadas, muy lejanos de los Kremlings o la Tribu Tiki Tak, los cuales congelan la isla del mono (no confundir con Monkey Island) expulsando a Donkey, Diddy, Dixie y Cranky de la misma hasta una isla cercana; la cual será la primera de los seis mundos que tendremos que recorrer para llegar finalmente a la isla central.
Seis mundos, dos menos que en el anterior título, pero que no lleve esto a sustos, ya que el juego no se hace corto para nada, el juego está perfectamente medido, construido y estudiado. Cada uno de los mundos tiene una buena cantidad de niveles secretos y cosas por hacer, siendo obligatoria la exploración y repetición de algunos de sus niveles, para sacar el 100% de los mismos y así poder desbloquear el mundo extra, que es simplemente “infernal” a nivel de dificultad.
Cada uno de estos seis mundos será una de las islas colindantes a la isla de Donkey, cada una con una temática y estética concretas; siendo el último nivel la isla central de Donkey, en donde reviviremos algunos de los momentos más interesantes de Donkey Kong Country Returns.
La mecánica es muy simple, lo cual le otorga diversión directa; hemos de avanzar por los niveles, recolectando las clásicas letras KONG y las piezas de puzle; siendo rejugable cada uno de los niveles, ya que una vez superados por primera vez se desbloqueará el modo “Contra Reloj” el cual será necesario superar para poder sacar el 100% de cada uno de los niveles.
Entre los niveles nos encontramos con algunos púramente plataformeros, así como las ya clásicas vagonetas (las cuales darán una “vuelta de tuerca” a lo visto hasta ahora) También regresan los niveles de barril volador (vistos en Country Returns) y un montón de novedades que es mejor que descubráis por vosotros mismos.
Cada uno de los mundos se divide en varios niveles, de los cuales algunos tienen varias salidas secretas, que abren a su vez el camino a diferentes niveles secretos. Un ejemplo de esto es el nivel extra que oculta cada mundo, el cual se desbloqueará al obtener todas las letras KONG de todos y cada uno de los niveles del mundo concreto.
Este nivel extra será el “Nivel K” el cual tiene una dificultada endiablada, y serán un “agujero negro” para nuestro contador de vidas (algo muy divertido, para los que buscamos un retro, con estos juegos) pero que serán la llave para abrir las puertas del mundo secreto, que es “harina de otro costal”
Al final de cada uno de los mundos, nos espera un enemigo final, con unos diseños y mecánicas increíbles. Unos enemigos que no son ningún regalo y que no se rendirán a los tres o cuatro golpecitos, sino que serán muy duros de pelar.
“Como anécdota, uno de los enemigos, cuando pensaba que tenía aprendida su mecánica, me hizo un amago, que terminó con mi vida… pequeños detalles que hacen de este título algo muy grande”
Pero no todo son complicaciones y niveles “desesperantes” En cada uno de los mundos encontramos una tienda donde podremos comprar potenciadores, vidas, e incluso tendremos una máquina de bolas, donde encontrar coleccionables de los personajes del juego. Para compara en dicha tienda, usaremos las monedas plátano, que podremos recolectar a lo largo de los niveles.
Entre las novedades, a nivel de mecánica, que encontramos en el juego está la posibilidad de contar con algún compañero más de viaje:
- Diddy: Nos acompaña desde la anterior entrega, con su Jet Pack, que nos ayuda a avanzar más en nuestro salto.
- Dixie: La chica del grupo, y tiene una ayuda parecida a la de Diddy, alargando nuestra estabilidad en el aire, con la diferencia de que al final pega un impulso hacia arriba.
- Cranky: Avandona la tienda y las regañinas a nuestro protagonista, para poner su granito de arena a la acción del juego… Tiene la habilidad de hacer las veces de muelle, al igual que el clásico Duck Tales; y así poder movernos por las zonas de pinchos, romper objetos más duros, etc.
“ El juego cuenta con la posibilidad de jugar a dobles, aunque el juego tiene un carácter individual en su desarrollo muy descarada… no es como el Mario 3d, que tenía niveles claramente pensados para el multi”
A nivel jugable, nada más encender nuestra WiiU, se nos preguntará si queremos jugar en la TV o en la pantalla del GamePad. Y a partir de este momento podremos elegir:
1. Jugar con el Game Pad (No tiene ninguna aplicación, incluso si jugamos en la TV y usamos el mando pantalla de WiiU, la pantalla se apagará.
2. Jugar con el mando de Wii + Nunchuk.
3. Jugar con el mando de Wii
4. Jugar con el mando Pro de WiiU (Esta es la mejor de las opciones)
El control del juego es simplemente delicioso e intuitivo… es que es increíble como se mueve el mono. Tendremos todos los movimientos clásicos, así como los vistos en Returns, más alguna novedad.
Podremos saltar, rodar, golpear el suelo (aturdiendo a ciertos enemigos) recoger objetos como barriles e incluso ciertos elementos del escenario e interactuar con ellos; es digno de mención los niveles en los que tenemos que recoger elementos de agua y lanzarlos contra partes del escenario y enemigos que están en llamas.
De entre las novedades, encontramos la posibilidad de tirar de agarraderas, que encontramos en escenario, y de esta manera sacar objetos e incluso modificar el propio escenario de juego.
Por otro lado, perdemos el movimiento de agacharnos y soplar… una pérdida que, a mi gusto, no es ninguna pena, ya que ralentizaba mucho la acción y era totalmente superflua.
Y como colofón, hace acto de presencia el KONG-FU, o ataque especial combinado con compañero. En esta ocasión tendremos un “medidor de Super” que se irá rellenando según recolectemos plátanos y tendrá un efecto diferente según el compañero que llevemos con nosotros:
– Diddy: Convierte a todos los enemigos en pantalla en globos de 1Up.
– Dixie: Convierte a todos los enemigos en pantalla en corazones, toques de vida.
–Cranky: Convierte a todos los enemigos en pantalla, en monedas plátano.
Y por fin regresan las fases de agua; y es que si algo fue criticado en el anterior título, fue la ausencia de niveles acuáticos y por eso, en esta ocasión, no solo tendremos niveles de agua, sino que se nos ofrece todo un mundo de agua, con un jefe final que me hizo sudar la gota gorda.
“Pero todo se tiene que decir, el control de Donkey en el agua es simplemente increíble; de lo mejorcito que he visto en un videojuego a nivel de control bajo el agua de un personaje”
En estos niveles de agua, nuestros compañeros tendrán acciones nuevas, que nos ayudarán a avanzar, e incluso será necesarios para abrir zonas ocultas y niveles secretos…¿cuál será el compañero ideal, para abrir tal o cual salida? Pues amijos toca repetir los niveles una y otra vez.
Cada compañero tiene una acción especial dentro estos niveles de agua:
– Diddy: Impulso.
– Dixie: Usa la coleta como motor, para avanzar más rápido.
– Crancky: Da bastonazos
Y si he de poner una pega a esta nueva aventura del mono más famoso de Nintendo, es el de las “mascotas” de Donkey. Y es que repite Rambi el rinoceronte, al cual se le han otorgado más acciones y animaciones, per… ¿qué pasa con Winky, Enguarde, Expresso y Squawks? Hubiera sido un aporte increíble al juego, pero ya os digo, es un “mal menor” ya que el juego ofrece diversión a raudales.
Gráficamente el juego es increible, y es que ver a Donkey en HD y moviéndose a 60 imágenes por segundo es genial; y si a esto le sumamos unas animaciones de infarto y unos niveles cargados de vida y que cuentan su propia historia.
Nuestros protagonistas recuperan ese aspecto, tan característico, que ya pudimos disfrutar en Donkey Kong Country Returns, con el evidente lavado de cara que le ofrece la WiiU.
“ Es imposible no sentirse maravillado al ver las animaciones de los personajes en los niveles de agua, simplemente increible”
Y si hubo algo que no me convenció del todo, en el anterior título, fue la Tribu Tiki Tak; punto que ha sido salvado con creces, ya que los Frigomadas y todas sus secciones gozan de un carisma y versatilidad increíbles. Nos encontramos desde pingüinos, hasta osos polares, pasando por morsas y toda clases de “animalicos” de carácter polar.
“Es genial ver la evolución de los enemigos, dotándoles de corazas, cascos con pinchos, lanzas (en forma de raspa de pescado) y demás detallitos, que le otorgan al juego un diseño artístico desenfadado y divertido, que oculta a algunos enemigos bien situados y muy cabrones en más de un momento”
Llama muchísimo la atención, como he comentado anteriormente, el diseño de escenarios. Unos paisajes muy vivos y que cuentan su propia historia, estando perfectamente animados y que en más de una ocasión captarán tanto nuestra atención, descojonándonos, hasta el punto de perder más de una vida.
Y si artísticamente el juego es impecable, lo mismo ocurre con su apartado musical. Composiciones soberbias en una constante ascendente; y es que los niveles finales musicalmente son increíbles. Estando a un nivel, como hacía mucho tiempo que no escuchaba, con temas clásicos remezclados, así como temas nuevos que nos dejaran con el “culo torcido”
Y aquí os dejo unas cuantas muestras, ya que sobran palabras para describir las sensaciones musicales que aporta este juegazo.
Como conclusión un juego redondo e imprescindible si tenéis un mínimo de cariño y gusto por el mundo de los plataformas; con toda seguridad, y para mi gusto, el mejor plataformas que me he tirado a las mandos desde hace muchísimo tiempo, con sensaciones mucho más positivas que los últimos Rayman, los cuales ya me gustaron muchísimo.
Un juego que apareció cuando pensaba que sería muy difícil superar las sensaciones ofrecidas por el reciente Super Mario 3D World y que, a mi parece, lo supera y con creces… A darle caña al mono.
Lo mejor:
– Su dificultad.
– Divertido por los cuatro costados y un quinto si nos ponemos a buscar.
– Musical, artística y mecánicamente delicioso.
– Muy, muy rejugable.
Lo peor:
– La falta del resto de “Mascotas” de Donkey.
