No soy un gran amante de los juegos con mundo abierto al estilo Grand Theft Auto o Saints Row. Mis únicas experiencias satisfactorias las había tenido con Hulk Ultimate Destruction de Xbox. Just Cause 2 de Xbox 360 o el más reciente Dead Rising 3 de Xbox One. Este último es algo diferente en su desarrollo pero los otros dos tienen algo que me gusta, que es la simpleza de su desarrollo, son juegos que van al grano y te premian por crear el caos sin romperte mucho la cabeza. Por eso tenía muchas ganas de híncarle el diente a Just Cause 3 por el buen sabor de boca que me dejó segunda entrega.
Desarrollado por Avalanche Studios y publicado por Square Enix, nos volvemos a meter en la piel de Rico Rodríguez, un ex-agente de la agencía, una rama de la CIA que en está ocasión intentará liberar a la isla de Medici, gobernada por el general Di Ravello, el dictador de turno. En está ocasión se tratá de algo personal, ya que a pesar de su origen mexicano, Rico paso gran parte de su vida en esta isla imaginaría situada en el Mediterráneo.
El general Di Ravello controla la producción de un material especial llamado Bavarium, capaz de crear un escudo casi impenetrable, algo a lo que Rico deberá enfrentarse con ingenio.
Para ello cuenta con sus habilidades y una serie de gadgets que ya usó en anteriores aventuras. Y es que además de dominar el manejo de todo tipo de armas de fuego y vehículos, Rico es un maestro usando el gancho y paracaídas. El gancho nos permite hacer todo tipo de burradas que se nos imagine y nos da una increíble libertad a la hora de crear maneras de acabar con los enemigos sin la necesidad de usar armas de fuego. Para mí sigue siendo lo mejor del juego, poder atarnos a un tanque de oxigeno y salir volando hacia el cielo como si estuviéramos montados en un cohete es una sensación brutal. Además podemos enganchar dos objetos y hacer que la cuerda se retraiga. La cantidad de posibilidades y usos del cable es alucinante y nos hará agudizar el ingenio.
Si combinamos esto al paracaídas, tendremos la posibilidad de recorrer grandes distancias o atacar desde el cielo planeando.
Para esta tercera entrega la gran novedad es el traje de volar, ese que nos recuerda a las ardillas voladoras que planean entre árboles con total libertad. En este caso nos permitirá desplazarnos a toda velocidad por el aire y realizar acrobacias increibles.
Nuestra misión sera ir liberando cada una de las distintas provincias y regiones de Medici. Para ello tendremos que acabar con las instalaciones militares y policiales del dictador. Contaremos con la ayuda de un grupo de rebeldes que nos darán algo de apoyo y nos permitirán ir controlando zonas en la isla. También podemos recuperar poblaciones acabando con los altavoces y la propaganda del régimen, con momentos muy cachondos como acabar con una gran estatua del dictador, escena que nos recordará a como caían las estatuas de Sadam Huseim en Iraq.
Para desplazarnos por la isla podemos usar nuestro gancho combinado con el paracaídas o traje aéreo o hacernos con todo tipo de vehículos terrestres, marítimos o aéreos.
Cuando ataquemos una base militar se nos premiará hacer combos destructivos y crear el caos de la manera más bestia. Tendremos total libertad para afrontar estos ataques. Podemos usar explosivos, armas de fuego y vehículos armados para acabar con las instalaciones.
A medida que avancemos en el juego se irán desbloqueando retos especiales de todo tipo como carreras con el traje aéreo con la que tendremos que superar un recorrido pasando por el mayor número de anillos posibles o carreras con vehículos entre otras cosas. Al completarlas se nos obsequiará con engranajes que nos servirán para mejorar y conseguir nuevas habilidades para Rico.
La isla de Medici es enorme, cuenta con tres grandes regiones, Fonte, Draco y Striate. En esta última se encuentra la mansión de Di Ravello y es la región más peligrosa de todas, donde el control militar es extenuante y las cosas serán difíciles. Para ir controlando nuestras misiones y mejorar las habilidades de Rico dispondremos de un completo menú en el que no faltará un mapa en el que podemos marcar nuestros objetivos y ver que retos vamos desbloqueando.
También no olvidarnos que al ir liberando Medici podemos obtener vehículos especiales si cumplimos ciertas condiciones.
Técnicamente Just Cause 3 luce de maravilla y se mueve de una manera sólida a pesar de tener algún que otro bajón en la tasa de frames. La isla es inmensa e incluso podemos explorar el fondo marino. La cantidad de tipos de vehículos disponibles es alucinante y la inclusión del traje para volar expande las grandes posibilidades que ya de por sí Rico tenía en Just Cause 2. Sonoramente no desentona, con un apartado musical notable.
Just Cause 3 es un gran juego que puede llegar a cansar por la poca variedad de las misiones principales que están enfocadas en causar la mayor destrucción posible. Otro punto negativo es la ausencia de modo multijugador online, aunque parece ser que se añadirá a posteriori, eso sí, por desgracia en forma de contenido descargable de pago. Para remediar esto tenemos los distintos retos que darán diversidad al juego y el gran abanico de acciones que puede realizar Rico. Si te van este tipo de juegos no te defraudará y disfrutarás llevando a un personajes que parece más un superheroe que un ser humano normal y corriente.
LO MEJOR
La gran variedad de acciones que podemos realizar con Rico, el uso del gancho y el nuevo traje volador.
La enorme cantidad de tipos distintos de vehículos que podemos controlar por tierra, mar y aire.
La cantidad de destrucción y caos que podemos armar sin necesidad de pegar un tiro.
La espectacular escena de introducción, una bacalada en toda regla.
El juego está totalmente en castellano.
LO PEOR
Poca variedad de misiones que pueden cansar a los que no disfruten de la destrucción pura y dura.
Objetivos en demasiadas ocasiones demasiado simples.
La ausencia de modo online multijugador.