10 años han pasado ya desde que apareciera el primer Samurai Warriors (o como mola más llamarlo: Sengoku Musou) y, para celebrarlo, Koei-Tecmo y Omega-Force querían traernos una nueva entrega que, viendo el resultado final, los fans de la saga recibimos con los brazos tan abiertos que corren peligro de desencajarse.
De mecánica muy similar a la saga estrella de Koei-Tecmo : Shin Sangokumusou, nos han llegado adaptaciones que han pasado con mayor o menor reconocimiento: Gundam, Hokuto no Ken, One Piece, Legends of Troy, Hyrule Warriors o el próximo Dragon Quest Heroes….la capacidad de la compañía de adaptar cualquier saga dentro de su reconocida experiencia jugable, hace que del mismo modo que tenemos la «saga principal» contando la historia de los 3 reinos de china, también tengamos este Samurai Warriors, que siempre nos hace enfundarnos la armadura y preparar la Katana para batirnos en duelos a través de la época histórica que conocemos como el Sengoku (que no, no es un despeinado con kimono rojo que lanza kame hames).
Aprender historia nunca fue tan divertido
Imagina que estás en clase y que tu canoso e irascible profesor de historia está contando una y otra vez como Cristobal Colón le comía la gomilla de las enaguas a la reina Isabel de Castilla para que le financiase sus puteríos por Las Américas. No crees que hubiera molado más si te hubiera dejado una Playstation enchufada mientras controlabas a CristoC sometiendo a los nativos a base de combos? Pues algo así deben sentir los japoneses cuando tienen que aprender su propia historia (aunque hay que reconocer que todo el rollo samurai es bastante más atractivo que los europeos con pelucas pomposas).
A través de anteriores títulos, Koei-Tecmo ya ha contado varias veces todo lo que podíamos aprender sobre el transcurso del Sengoku y su impresionante campaña en la Tenka Wakeme no Tatakai (La gran batalla decisiva) que se desarrolló en Sekigahara, donde dicen que se juntaron más de 200mil soldados y con la que se terminó por establecer la paz con el shogunato de Tokugawa.
Para esta entrega, la compañía Nipona nos propone bastantes campañas individuales en las que, más que ahondar en la grandeza del conflicto, vamos descubriendo todos los entresijos internos de cada fuerza/clan/familia y sus batallas más decisivas.
Para ello contaremos con 4 posibles elecciones al iniciar el modo historia, a los que se sumarán posteriormente 8 escenarios más.
Cada escenario tendrá un grupo de personajes protagonistas específico e incluso podremos llegar a desbloquear misiónes secreta si hacemos las combinaciones de personajes precisas para ello y/o completamos diferentes retos que van surgiendo en la reyerta.
Digno de mención es que podremos hacer nuestras partiditas a dobles, ya sea jugando online o con pantalla partida.
Sin parar de pegar
Complementando el modo historia nos encontramos con el modo conquista, en el que podremos controlar a nuestro propio samurai acompañado de los héroes que vayamos desbloqueando y movernos por un tablero rollo Risk en el que iremos encontrando diferentes misiones por hacer, comerciantes y amigos que nos pedirán favores.
Además, en el transcurso de este modo, podremos tener conversaciones con nuestros personajes aliados, pudiendo elegir diferentes respuestas que mejorarán en diferentes grados nuestra relación.
Durante el transcurso de este modo podremos encontrar mejores monturas, así como también armas especiales, de los que también podremos beneficiarnos en el modo Libre, en el que se nos permitirá repetir algunas misiones que ya hayamos jugado.
Buenas rutinas
Si de algo puede presumir la saga es de tener un sistema de juego consolidado prácticamente desde sus inicios (no olvidemos que el primer Dynasty Warriors era un juego de lucha 1vs1 en plena época de explosión poligonal para Playstation).
Algunos cambios se han venido viendo últimamente como el rage mode, en el que nuestro personaje entra en una especie de trance/nirvana/malahostiaquetecagas y reparte mantecaos como si estuviera poseído por Bud Spencer y Terence Hill al mismo tiempo, pudiendo lanzar en ese modo el ataque «Musou verdadero», que se merendará la vida de los jefes finales como si fueran unos masillas normaluchos.
Uno de los cambios más significativos en la forma de jugar está en que ahora la función del ataque de triángulo la conocemos como «hiper ataque» (no confundir con «ataque hipster»); Gracias a el, los enemigos no sabrán ni de donde le llegan los veloces ataques que, por otra parte, tampoco mermarán en exceso sus barras de vida. Eso sí, como intentes comenzar así contra un general, te encontrarás con un bloqueo nada agradable…
Para seguir amenizando los combates, siempre que tengamos «bolitas de indicador» (me encanta lo técnico que puedo llegar a ser), podremos cancelar nuestro combo actual con una carga (o hacer esa carga si el combo ha terminado) y seguir así ensartando a nuestras pobres víctimas.
Otro añadido que se agradece es el de los ataques asesinos; En algunas ocasiones podremos encontrarnos con que aparece el botón triángulo sobre la cabeza de un general, momento que aprovecharemos para cargárnoslo sin piedad de una única estocada.
A todo esto ya le sumamos el tema de controlar a 2 generales en cada misión, pudiendo cambiar en tiempo real con el botón Options (si, he jugado en Playstation 4) y un sistema de órdenes algo más depurado (aunque sabes que al final siempre vas a ir tu a arreglar las cosas) y la opción de poder ir mejorando las armas que consigamos con gemas que harán destacar más las habilidades innatas que ya de por si tengan.
Pero no solo nosotros hemos aprendido con los años…los enemigos también tendrán unas tropas algo nuevas que portearán banderas y que serán nuestro claro objetivo si lo que buscamos es mermar la moral de las tropas rivales, siendo siempre una interesante primera opción como mártires de la zona en la que nos encontremos del campo de batalla.
Generales, generales everywhere…
Si en algo ha sacado siempre rabo pecho la saga Musou (menos en el Hyrule Warriors, claro) es en la cantidad de personajes que podemos llegar a controlar.
Esta entrega no es una excepción y tendremos a nuestra disposición a más de 50 personajes clave en la época del Sengoku, contando en esta ocasión con 9 personajes nuevos entre los que deberíamos destacar a la figura de Nobuyuki Sanada, hermano mayor de Yukimura y que ya habíamos visto a través de la saga como NPC varias veces y que, debido a la insistencia de los fans, han decidido hacer jugable esta vez.
Por si esto fuera poco, hay que volver a recordar que tenemos un editor de personaje en el que podremos crear a nuestro propio general y customizarlo con todo lo que el juego tiene para ofrecernos en cuanto a estilo de combate, armas o ataques Musou.
La potencia sin control…
Lógicamente, lo primero que vamos a mirar cuando juguemos a este Samurai Warriors 4 es «a ver el absurdo número de enemigos en pantalla que han conseguido meter»…y para que vamos a engañarnos, el número llega a ser cada vez más obsceno.
Sin embargo, es una pena que estos enemigos no lleguen nunca a ser más que enemigos de pegatina que, con un poco de suerte, conseguirán arañarnos algún poquito de la barra de vida antes de que nos enfrentemos a algún general.
El modelado de los personajes principales está muy bien detallado y mejorado con respecto a versiones anteriores, aunque se nota que los enemigos genéricos no han recibido el mismo trato de cortesía, aunque tampoco es que se vean mal.
El frame-rate nos pegará alguna petadilla, pero nada serio ni bestia, y será solo cuando tengamos una bacanal de gente en pantalla, así que tampoco nos quejaremos de ello.
A nivel sonoro, el juego es tan conservador con la saga como lo es la jugabilidad; Nos encontraremos estupendas melodías basadas generalmente en el despunte de una guitarra solista y, serán frescas y agradables en todo momento. Nada de melodías machaconas que nos hagan querer meterle el mute a la consola.
En cuanto a nuestros generales, nos regalarán el oído con sus voces japonesas o inglesas, según decidamos nosotros mismos aunque, por desgracia, todo texto que encontremos durante el juego será en inglés. Un aspecto tan apenante como comprensible, dada la gran cantidad de texto que contiene el juego y el nicho tan reducido de personas que compran este tipo de juego.
Esta guerra la vamos a ganar
Samurai Warriors 4, pese a presentar un nivel moderado de novedades con respecto a sus predecesores, es en esencia un machacabotones realmente divertido en el que el transcurso de la historia y la narrativa de las batallas tienen gran importancia.
Su lavado de cara es bastante resultón para la nueva generación (aunque esperamos que poco a poco consigan sacarle más jugo) y nos presenta un título de rápida jugabilidad y de manejo bastante más preciso que en algunas versiones que hemos visto en el pasado.
Por mi parte, es una compra obligada si te gusta la saga y si te interesa todo el tema de la historia japonesa, pero quizá soy demasiado fan de la saga y no puedo ser demasiado objetivo en mi opinión….pero vamos, que nunca lo he sido! Samurai Warriors 4 se ha ganado, por derecho propio, un sitio en mi cada vez más grande estantería de videojuegos de Playstation 4.
Lo mejor
-La cantidad de personajes que tenemos a nuestra disposición
-El enfoque que se le ha dado a la historia
-El sistema de control de 2 personajes con cambio en tiempo real
Lo peor
-Que los enemigos normales sean tan tontines siempre