[Análisis] Splatterhouse : Y el verbo se hizo carne…y la carne se hizo víscera

Ya han pasado 22 años desde que nuestro sufrido Rick se puso la máscara por primera vez. Su misión? Exactamente la misma que le hace ponérsela hoy: Salvar a su novia Jennifer y moler a ostias a todo aquel o aquello que intente impedirselo.
Si bien el paso de recreativa a TurboGrafx se suavizó bastante (se supone que para no dar «tanto» miedo a los jugadores), Splatterhouse se ha convertido, por mérito propio, en una saga de culto atemporal y que, después de muchos problemas de desarrollo, ha conseguido volver de la mano de Bandai-Namco para PS3 y Xbox360

Revisitando un clásico

Y es que, a juzgar por el mimo que finalmente ha recibido el juego y la fidelidad con la que intenta devolvernos según que situaciones, al coger el mando realmente tendremos la sensación de que, aunque las tecnologías y los gustos han evolucionado, la esencia que convirtió a Splatterhouse en una saga de culto seguirá ahí. Un amigo me decía «no se si habrá tanto triperío ni si se podrá escamuchar a los bichos contra las paredes»…pues no solo podrás hacerlo, sino que además TENDRÁS que hacerlo si quieres conseguir una buena cantidad de logros/trofeos. Las nuevas tecnologías han permitido que podamos ver enemigos más grandotes que antaño y por eso la máscara venía con un bote de pastillacas que compró en la teletienda después de ver a Jul Hoygan promocionandolas, por eso Rick está tan inflao que ningún bicho le tose y, los más duros, le piden permiso para intentar zurrarle.

¿Y todo esto como se ve?

Pues toda esta oda a la escabechina, tripas, casquería y demás se ve de fábula en un estilo gráfico que, personalmente, creo que ha sido un acierto : El Cellshading. Si bien, hay cositas que no me han gustado como que las cajas puedan explotar simplemente por tocarlas, el motor gráfico del juego es bastante sólido y se mueve bien. Se combinan las fases en 3d (las más) con fases en 2D (las menos), en las que realmente se aprecia todo el mimo retro depositado a la obra original.

Poesía en movimiento

Eso pensaría Jack el Destripador si se pusiera a los mandos de Splatterhouse. El control de Rick es bastante suave y preciso, teniendo una más que aceptable variedad de movimientos que podremos ir desbloqueando a lo largo de la historia a cambio de sangre (no esperaríais que fuera a cambio de €uros? xD). Entre el elenco de mejoras que podremos comprar, las habrá de combos nuevos, mejoras del ataque (tanto del «suave» como del burro) así como mejoras para los golpes que ejecutaremos a cambio de un bloque de nuestra barra de necrosis o los que haremos cuando la máscara nos controle y activemos el modo Berserker.
Como si del artista de bricomanía se tratase, Rick sabrá moverse muy bien con los utensilios que encuentre por los diferentes escenarios de juego: Tuberías, palos con pinchos, Cuchillos/hachas  de cocina, la motosierra y, como no, la clásica recortada…todo tiene cabida en este juego.
Si tenemos a los enemigos ya medio «al ajillo» siempre podemos pulsar B o O según en que juguemos y hacer lo que viene siendo un Fatality en el que la sangre fluirá a cholones.
Además del modo historia, En Splatterhouse se irán desbloqueando arenas(6 en concreto) para sobrevivir a diferentes hordas de enemigos, alargando así un poco el juego y, si cabe, supliendo la (innecesaria) inclusión de un modo multijugador.
Si todo esto te parece poco, además desbloquearemos la trilogía original, que se jugará sin márgenes (Fuck Yeah!) ocupando en formato 4:3 todo lo que de de si tu Tv y con una resolución más que aceptable.

Dulces melodías…

Dulces melodías son precisamente lo que no encontrarás aquí. Otro de los apartados en los que Splatterhouse se ha vestido de gala es en su BSO. Con grupos como Goathwore o Lamb of God, tendremos un perfecto acompañamiento a esos momentos en los que Rick se ve obligado a medir una gran cantidad de lomos. El juego viene doblado al inglés y con subtítulos en castellano. Algún que otro sonido podría estar mejor, pero la música en la fase de 2D y sobretodo los sonidos de los golpes, tan de los 90,  me han dejado maravillado.

Las tetas de mi novia…

A juzgar por los elementos coleccionables del juego (fotos de Jennifer en pelota picada), parece que Rick solo piensa en las peras de su querida Jen. En eso y en pedirle matrimonio, cosa que no podrá hacer ya que un puñetero Doctor Chiflado la secuestra y nos deja bañándonos en nuestra propia sangre. Es en este momento cuando hace acto de presencia la máscara que, por lo cachondo de sus comentarios, bien podría ser la hermana cabrona de la que usó Jim Carrey 😛
Así pues, como decimos, habrá 2 tipos de elementos coleccionables en el juego: Las locuciones del puñetero Doctor chiflado y, las fotos de nuestra ¿angelical? novia, a la que le veremos los pezones campurrianos en más de una ocasión.
Si nos olvidamos alguno de estos elementos, podremos rejugar los capítulos para explorarlos a fondo en busca de nuestros «tesoros».

Entonces lo parte o no?

Splatterhouse es un título que deja un buen sabor de boca si sabes lo que vas a encontrarte. Los fanáticos de la trilogía original quedarán más que satisfechos de ver que la esencia de Rick sigue viva. Los que se planteen el título como algo nuevo, no deberían esperarse un título superproducción como pudo serlo Devil May Cry 4 ya que, aunque no le desmerece para nada, el presupuesto y equipo que ha trabajado en Splatterhouse no es el supuesto de un juego triple A. Sin embargo, si que pueden esperar un título divertido, con una historia que cumple y, sobretodo, con mucha sangre y gore. A mi, desde luego, me ha dejado muy satisfecho.

• Meterle el puño por el buyate a un bicho y arrancarle el esfinter, no tiene precio.
• Algunas conversaciones que Rick tiene con la máscara

• Algunos de los objetos de los entornos
• Las formas de hacer Splatterkills se antojan algo escasas
• Los tiempos de carga!