Algunas veces uno se sorprende de lo que la vida te depara. Mi hijo y yo cumplimos años casi al mismo tiempo y lo más socorrido para solventar el lance del obligado regalo es un videojuego a cada uno. Yo elegí Castlevania Mirror of Fate y mi hijo Luigi´s Mansion 2. ¿Y sabéis qué? Que el niño de 5 años salió ganando (y por mucho).
Mis aventuras en la ibérica adaptación de las aventuras del clan Belmont las dejaré para otro momento (y mira que da para un libro) y me centraré en contaros qué opino de las nuevas aventuras del fontanero más gayer de Nintendo. Así, habiendo transcurrido más de diez años desde la primera entrega, me enfundo un mono verde, una gorra de los Village People y cojo la aspiradora de mi suegra. Estoy hecho toda una maruja.
Si recordáis el Luigi´s Mansion original fue uno de los primeros títulos aparecidos en mi amada Nintendo Gamecube. Sigo pensando que la crítica y el público no lo trató del todo como merecía, quizá en parte porque todos ansiábamos un Mario 64 hipervitaminado y encima nos dieron el Shunsine… Ay, Nintendo…
En fin, que me gusta pensar que el tiempo ha puesto por fin en su lugar a tan grande (y divertida) aventura y gracias a ello Nintendo nos ha regalado una gran segunda parte que llevarnos a cualquier lado con nuestras poco aprovechadas Nintendo 3DS. Vamos por partes.
Luigi´s Mansion: Dark Moon (prefiero su título yankee) tiene un argumento sencillo pero hilarante y casi tan loco loco loco como loca es su protagonista. Por culpa de una luna oscura los simpaticotes y campechanos fantasmas de Valle Sombrío andan a la gresca y más cabreados que los espermatozoides de Rub, así que armados con la novísima Megachupa 5000 creada por el carismático Profesor Fesor nos disponemos a despejar la zona de mala leche. Porque estos seres de ultratumba gastan un humor un poco jodido que se verá volcado más de una vez sobre el pobre bigotudo, dando pie a algunas situaciones con un humor bastante cabrón aunque todos reconoceremos que el carácter de Luigi da mucho juego en ese sentido.
Uno de los aspectos que más me ha gustado de LM2 con respecto a la primera parte es que ahora los niveles son mucho más cortos y funcionan con misiones, algo que creo funciona genial en una portátil. Pero no entendáis esto como misiones cortas sin chicha ya que algunas son bastante largas y variadas, siempre dentro del contexto del juego. No esperéis conducir un bolido o pilotar un tanque. Aquí hay que buscar, chupar (con la aspiradora), activar, encontrar y vuelta a empezar. No os asustéis que no se hace monótono ni repetitivo ya que las distintas mansiones que visitaremos dan para mucho y hay multitud de secretos, con ambientaciones muy variadas que condicionan los puzles que encontraremos en ellas. Además podremos rejugar misiones para buscar tesoros ocultos y mejorar tiempos o puntuaciones gracias a algún gadget añadido a nuestra Poltergust 5000.
El juego pese a ser una aventura con sus puzles y trampas tiene un genial componente arcade potenciado gracias a esa rejugabilidad y a las dichosas puntuaciones. Aquí podremos medir cómo de grande la tenemos gracias a unas medallas (3,2 ó 1 estrella) que valorarán nuestra actuación mediante los parámetros clásicos (tiempo, salud, items usados…)
Para los no duchos en el noble arte de chupar fantasmas la mecánica puede parecer complicada al principio. Nada más lejos de la realidad ya que en pocos segundos seremos toda una pornochacha pasando la aspiradora. Tras aturdir a tan espectrales entes con la linterna (otra novedad) procederemos a usar el aparato del Profesor Fesor hasta agotar la vida (o no vida) que tenga nuestro fantasmagórico enemigo. Si tiramos para el lado contrario sufriremos menos (como si de una caña de pescar se tratara). Finalmente deberemos vaciar nuestra mochila en una máquina almacenadora en un guiño a Los Cazafantasmas (Ivan Reitman, 1984) y ya os aviso que no es el único.
En cuanto a los enemigos, si es que se les puede llamar así, quizá podemos echar de menos algo más de variedad y algún que otro Espectro Principal. Los primeros son los fantasmas random y que pese a haber de varias clases y colores son la mayoría. Al menos hay un buen número de ellos y bastantes secretos y difíciles de encontrar, variando en sus rutinas e incluso usando objetos para putearnos. Los segundos, los que yo he llamado Espectros Únicos son los que activan alguna secuencia o secreto, algo así como final boss, que en muchos casos nos complica la vida agradablemente con sus rebuscadas rutinas. Además en cada mansión que visitemos hay al menos un Boo secreto que podremos encontrar (o no) y varias joyas para coleccionar que liberan ciertos bonus de las viejas casonas…
Otro aspecto aventurero de LM2 es que con el dinero que encontremos podremos adquirir mejoras como si de un RPG se tratara. Por supuesto el vil metal estará por todos lados aunque las mejores recompensas siempre estarán ocultas e incluso requerirán de la resolución de algún puzle para poder poner nuestras usureras manos en ellas. Pero aquí hay pasta. Mucha. Tanta que Luigi podría pagarse de una puta vez su tan ansiada operación.
Pero eso no es todo. Además de la genial aventura principal el juego dispone de un multijugador de esos locuelos que podremos desbloquear avanzando en nuestra personal odisea. Tanto local (con un solo cartucho) como on line, en él cuatro jugadores podremos colaborar o putearnos en varios tipos de misiones. Debo reconocer que a mí este modo no me ha hecho especial gracia pero siempre es un aliciente que esté ahí. Como digo yo lo probé un par de veces pero no le he encontrado su aquel pese a que incluso se puede jugar en solitario.
Ambientalmente hablando el juego cuenta con unos FX bastante solventes muy en la línea de Nintendo. Voces graciosas, ruidos y sonidos made in Ninty, músicas específicas de cada nivel que homenajean a la BSO del original… Personalmente creo que cumple con nota tanto en este aspecto como en el gráfico con unos escenarios llenos de detalles, unas animaciones cuidadas y unos mapeados tan amplios como permiten los interiores de una mansión fantasmagórica, dientes de sierra aparte.
Resumiendo que me enrollo. Después de unas 20 horas de juego, buscando secretos como mi vecino busca a su verdadero padre debo reconocer que LM2 me ha encantado. Me ha divertido y llenado y ahora mismo es lo único que le pido a un juego. Personalmente creo que es un imprescindible del catálogo de la tridimensional de Nintendo y uno de los títulos más solventes en lo que llevamos de año. Eso teniendo en cuenta que el pequeño catálogo de Nintendo 3DS va creciendo poco a poco y nos va ofreciendo algunos títulos indispensables. Yo no me lo pensaría y me embarcaría en el tétrico periplo creado por y para Luigi. Pérdidas de aceite aparte.
Lo mejor
- Solvente, divertido, largo y con personalidad. Fetén.
- Puede que 18-20 horas se te hagan a poco pero son 18-20 horas intensas.
- Sólido y técnicamente muy bueno.
- Lleno de humor y chistes fáciles a costa de la buena de Luigi.
- Un gran título para 3DS, que poco a poco va creciendo en catálogo.
- Control muy bien ajustado sin necesidad de un segundo stick.
Lo peor
- El modo multijugador no me ha dicho nada. Ahí está. Me mira. Lo miro. Nos miramos. Pues valo.
- El efecto 3D que aun siendo de los mejores sigue sin hacerme gracia.
- Algo más de variedad en los fantasmas habría estado bien.
- Puede que sean 18-20 horas intensas pero son unas 18-20 horas al fin y al cabo.
