[Análisis] Nobunaga’s Ambition: Sphere of Influence.

Nobunaga’s Ambition: Sphere of Inluence, es el título con el que Tecmo-Koei celebra el trigésimo aniversario de una de sus sagas de juegos de estrategia más emblemática Producida por su creador, el incombustible Kou Shibusawa, fundador de la antigua Koei, esta serie de videojuegos ha visitado infinidad de plataformas de ocio y no todas sus entregas han llegado a occidente.

Como es una ocasión especial y con su actual política de traer a occidente la mayoría de juegos que lanzan en Japón, Tecmo-Koei nos propone un completísimo juego de estrategia y desarrollado por el Team Omega Force para Playstation 3, Playstation 4 y PC.

Pero vamos por partes, como su nombre indica, el juego nos sitúa en el Japón feudal, en la época que vivió Oda Nobunaga. Este personaje histórico era un señor feudal que vivió en el siglo XVI y es quien inició el camino de la unificación de Japón, que en aquel momento estaba gobernado por multitud de clanes con sus señores feudales al mando. Era una época convulsa y las luchas de poder eran continuas. Oda Nobunaga es un personaje consumido por su propia ambición, muy recurrente en el mundo del videojuego japones y al que podemos ver en sagas como Samurai Warriors de la propia Tecmo Koei o Sengoku Basara y Onimusha de Capcom.

Nobunaga’s Ambition nos propone convertirnos en un “daimyō “, señor feudal japonés que tiene dominio sobre un clan y territorio. Podemos escoger un personaje real de la época o crearnos a nuestro propio personaje. Al comenzar el juego escogeremos una situación histórica determinada, en la que se irán desbloqueando eventos históricos si vamos completando los objetivos que se nos proponen. Lo mejor para aprender el flujo del juego es probar el primer periodo histórico, que sirve como tutorial para aprender los principios básicos del juego.

Al iniciar una partida en una determinada época, se nos da la posibilidad de ajustar manualmente la dificultad del juego en distintos apartados, como la facilidad a la hora de conseguir recursos para nosotros o el enemigo, la agresividad de nuestros rivales o otros factores que pueden hacer de nuestra partida un paseo o un auténtico infierno.

Una vez a los mandos de nuestro clan, tenemos que centrarnos en los tres pilares básicos del juego, los recursos, la diplomacía y el arte de la guerra. En Nobunaga’s Ambition cada acción tiene su consecuencia y hay multitud de formas de llegar a nuestro objetivo. Debemos controlar bien los recursos de nuestro territorio y mantener un buen equilibrio entre la agricultura y finanzas. Desarrollar bien nuestro territorio es esencial para aumentar la población del mismo y disponer de más recursos bélicos. En este apartado del juego tenemos una amplia gama de posibilidades, que van desde mejorar nuestras tierras de cultivo a desarrollar mejores infraestructuras para el comercio. Otro aspecto vital son las comunicaciones entre nuestras ciudades y fortalezas. Es necesario como el respirar mejorar las carreteras para que los suministros y tropas circulen con fluidez.

Cada mes que pase del juego tenemos un concilio (reunión) con nuestros oficiales, en las que se nos informa de los gastos e ingresos de nuestro clan, los avances en diplomacia y otras informaciones de interés que han ocurrido durante ese periodo de tiempo. Tras el concilio pasamos a la fase de acción, en la que escogemos las acciones que queremos realizar durante ese mes y las políticas de nuestro clan, siempre limitados por los recursos de los que dispongamos.

Igual de completo es el aspecto diplomático del juego. Para triunfar en el gobierno de nuestras tierras y expandirnos, debemos formar múltiples alianzas, ya sea con otros clanes o las tribus que pueblan nuestros territorios. Será muy importante mantener buenas relaciones con los vecinos que nos interesen, ya que estos nos darán apoyo militar cuando lo necesitemos y serán muy necesarios cuando estemos dominando grandes territorios y tengamos varios frentes abiertos.

Como no podía ser de otra manera, la diplomacia no lo arregla todo y la guerra es inevitable en tiempos tan confusos. Para dominar la guerra tenemos que tener un gran control sobre nuestros oficiales, a los que debemos cuidar o podrían traicionarnos. Para evitar esto, una buena promoción o regalo son mano de santo. Tener a los mejores oficiales es otra de las claves del juego, podemos conseguirlos al ganar guerras, contratar a ronins (samuráis sin amo) o conspirando con oficiales descontentos de otros clanes en reuniones secretas. Esto es de lo más cachondo del juego, ya que podemos hacer que oficiales de otros reinos traicionen a sus señores feudales. Los oficiales irán subiendo de niveles y ganarán habilidades especiales para el gobierno de nuestras tierras y la guerra. También será muy importante tener a nuestro ejercito bien equipado. Para atacar a otros clanes podemos desplegar tropas y dirigirlas al lugar que queramos atacar, siempre que tengamos los recursos necesarios para hacerlo, en este caso unas buenas provisiones de arroz. Cuando colisionemos con el ejercito contrario se iniciará un combate, que puede desembocar en una batalla a gran escala si se juntan muchas unidades comandadas por su correspondiente oficial.

En las secuencias de guerra, controlaremos ejércitos en forma de fichas que podemos mover para realizar ataques en pinza. Tenemos una barra de acción que se va llenando con el tiempo y está nos permitirá atacar y usar las poderosas tácticas de combate necesarias para aplastar a nuestros enemigos.

Además de las batallas contra otros oficiales, podemos sitiar fortalezas o ciudades, con la opción de asediarlas o arrasarlas totalmente. La primera opción nos permite capturar sin daños estructurales a la ciudad, pero con el coste de perder a muchos soldados. La otra opción acaba con la fortaleza o ciudad y habrá que construirla de nuevo.

Hablando de fortalezas, estás las podemos desarrollar para que sean más difíciles de conquistar por el enemigo, reforzando sus defensas o dotándolas de mecanismos para el contraataque.

La verdad es que es prácticamente imposible poder relatar la infinidad de posibilidades y opciones que ofrece el título de Koei, muy completo y cuidado en detalles, en el que incluso una mala o buena cosecha puede influir en nuestro desempeño como señor feudal. Habrá un momento en el que pasemos de controlar un pequeño territorio a dominar casi un país, con todo lo que conlleva. Si no usamos las políticas correctas el pueblo se nos puede sublevar y debemos gobernar con mucho equilibrio. La escala que alcanza el juego en algunos momentos es simplemente impresionante.

Gráficamente Nobunaga’s Ambition es un juego correcto, no es ninguna maravilla pero cumple a la perfección con su cometido. Tenemos el mapa de Japón completo y podemos hacer zoom sobre todos los territorios. Las ciudades principales están bien detalladas, veremos bien diferenciados los distritos dedicados al cultivo, los comercios y la milicia, al igual que el relieve del terreno, muy bien implementado. El interfaz de acciones está bien integrado, es sencillo e intuitivo, aunque algunas acciones resultan confusas a la hora de llevarlas a cabo. La música es ideal para este tipo de juego, se adapta a cada momento del mismo a la perfección y tiene fuerza en el momento de las batallas.

En conjunto tenemos un gran juego, cuya gran pega es no estar en castellano, un handicap que hará que muchos de los interesados en el mismo puedan perder interés en adquirirlo, una auténtica lastima. Al menos algunos nos podemos consolar con la posibilidad de escoger voces en japonés.

TENTACULOS ARRIBA

-Un completo juego de estrategia, con muchas posibilidades.
-La manera en que podemos adaptar la difícultad.
-La sensación de gobernar a gran escala que se consigue al dominar muchos territorios.
-Las batallas en masa.

TENTACULOS ABAJO

-Este juego debería estar subtitulado en castellano.
-Algunas acciones son confusas a la hora de realizarlas.
-Que no venga por lo menos un libreto de instrucciones en castellano.