Una vez terminado (que no completado) y con más de 70 horas marcadas en el reloj del savegame, estoy preparado para compartir con vosotros mi experiencia personal.
A mi entender, Square-Enix ha querido hacer algo diferente y, desde un primer momento tenían el principal objetivo de Final Fantasy XIII en mente : Contarnos una historia.
Para ello, han sacrificado la libertad de movimiento que en mayor o menor medida se generaliza en el género de los JRPG, obligándonos a seguir esa premisa hasta prácticamente el final del juego. Y es en ese momento en el que recibimos libertad para explorar y cumplir misiones en una amplia zona concreta.
Está claro que esa estrategia ha tenido tantos puntos positivos como negativos. Entre lo bueno, destacaremos lo directa que es la historia, todos los personajes tienen un punto en común que los une, no encontraremos personajes que se unen a nuestra noble causa solo por haberles ayudado a coger un hierbajo para curar a su abuelo. Encontraremos personajes ligados emocionalmente desde inicio, ya sea para bien o para mal. También debo destacar que el plantel de personajes me parece de los mejores a nivel global que he visto en un JRPG, sobretodo aplaudo la fuerte apuesta que ha sido Sazh.
Una vez completas la historia, te preguntas “¿Quién era realmente el protagonista?” la respuesta es sencilla: El personaje del grupo con el que más hayas enfatizado.
Como punto negativo, el hecho de sentirnos atados a una linealidad durante casi 30 horas para poder ser “libres”. Quizá haciendo una zona “intermedia” para intercalar estas sensaciones hubiera nivelado mucho la balanza a favor del título. La supresión de ciudades en las que entablar conversación con NPC también ha restado puntos al juego, pero siendo realistas, todo el juego es una huida, no sería coherente hablar con alguien mientras te consideran un fugitivo.
El sistema de combate es muy rápido, directo y dinámico, pero también plantea un serio reto si no te preparas a conciencia….en un principio nos limitaremos a pulsar X o A (Por exigencias del guión), pero en cuanto se desbloquean los roles, empieza la diversión. Diversión de la que te das cuenta cuando dices “Ok, me he pasado el juego….pero voy a hacer todas las misiones extra”.
La supresión de niveles para los personajes también ha supuesto una diferencia, para ello han ideado el sistema de Cristarium, que vendría a ser una mezcla del sistema de tablero de Final Fantasy X y del sistema de licencias de Final Fantasy XII.
Gráficamente no hace falta decir nada que no se haya dicho ya, el acabado artístico es impecable, el técnico sobresaliente con, quizá la única pega, de que parece que todavía no saben hacer dedos :P.
Un apartado que daba miedo era el sonoro, al no contar con Uematsu en la plantilla….miedo que perdí en cuanto escuché el tema de batalla, sencillamente genial. A veces, hasta dejaba alargarse los combates solo para escuchar más los violines. El resto de BSO también tiene otros temas destacables y, ninguno que se haga pesado de escuchar…Masashi Himauzu ha cumplido con creces.
En definitiva, Final Fantasy XIII cumple con todo lo que debe ser, y, al menos a este pulpo le ha hecho disfrutar mucho. No me gusta encasillar a los juegos con un número, así que no lo haré.