Diez años han pasado desde que visitamos el mundo de Ivalice en Final Fantasy XII en Playstation 2, la única plataforma en la que podíamos disfrutar de las aventuras de Vaan y compañía. Ahora tenemos una nueva oportunidad de re descubrir un juego que creó mucha controversia entre los fans de la saga, siendo uno de esos casos en que lo amas o lo odias.
Gran parte de ese odio nacía por el diseño del juego en sí, que huye de los encuentros aleatorios clásicos de la saga y presenta una jugabilidad más propia de un rpg online, algo que seguramente no gustó a los puristas, pero que personalmente creo que supuso un soplo de aire fresco para una serie que necesitaba evolucionar para seguir siendo el referente del género.
En mi caso estoy en el grupo de los amantes de Final Fantasy XII, y doy una razón de peso para ello, un juego en el que se juntan tres tipos como Yasumi Matsuno (dirección, guión), Akihiko Yoshida (diseño de personajes) y Hitoshi Sakimoto (compositor) no puede ser malo, pues cabe recordar que ellos son parte vital de un equipo que trabajó en joyas como Final Fantasy Tactics y Vagrant Story de Playstation.
Arte de Akihiko Yoshida para Vagrant Story.
Curiosamente no era la primera vez que se visitaban los mundos de Ivalice, un universo que creó Yasumi Matsuno cuando se unió a Squaresoft en 1995, situándose los eventos de Final Fantasy XII y el posterior Final Fantasy XII Revenant Wings (Nintendo DS) en un periodo anterior a Final Fantasy Tactics , Tactics Advance (Game Boy Advance) y Tactics Advance A2 (DS).
Matsuno comenzó a trabajar en la compañía Quest en la dirección de juegos de estrategia como Ogre Battle y Tactics Ogre para Super Nintendo, ya formando equipo con Yoshida y Sakimoto antes de coincidir en Squaresoft. Una de sus señas de identidad dentro del género rpg y de estrategia era el crear historias con un fuerte componente político, plagadas de intrigas, traiciones, venganzas y todo tipo de giros argumentales. Como resultado, sus juegos suponían una experiencia tremendamente inmersiva para el jugador, que ávido de aventuras y descubrir que iba a suceder a continuación, se sumergía en los convulsos universos creados por Matsuno.
Ogre Battle de Super Nintendo.
Final Fantasy XII no iba a ser menos y presenta una historia enmarcada en una Ivalice amenazada por la ambición del Imperio Arcadiano. Dicho conflicto llega a una pausa cuando Arcadia conquista el reino de Dalmasca, cuyo gobierno recae en Vayne Carudas Solidor, hijo del emperador arcadiano.
En este marco histórico comienzan las aventuras de Vaan, un joven Dalmasquino que vive en Rabanasta, la capital del reino junto a su amiga Penelo, siendo ambos arrastrados por los acontecimientos a ser partícipes de la rebelión contra el poderoso imperio Arcadiano.
A pesar de que Vaan tiene el papel de protagonista principal, su peso en la historia del juego, al igual que el de Penelo, es mucho menor que el de otros personajes como la princesa Ashe. el caballero caído en desgracia Basch o el pirata del aire Balthier, siempre acompañado de Fran, el único personaje principal no humano que en este caso pertenece a la raza de las Vieras.
Como es clásico en el género, los personajes principales se irán uniendo a Vaan durante el transcurso del juego y podemos llevar a tres a la vez, pasando el resto a la reserva, aunque en determinados momentos, el equipo puede llegar a estar formado por cuatro miembros al contar con la ayuda de un personaje secundario controlado por la máquina.
En esta doceava entrega los enemigos aparecen sobre el propio mapa que exploramos y en estos se desarrollarán los combates a tiempo real.
El combate puede ser controlado totalmente por el jugador o automáticamente gracias al sistema de gambitos, que en sí son una serie de órdenes que podemos programar para cada personaje y que resultan realmente muy útiles para dotar al juego de una buena dosis de estrategia y, de paso, hacer los combates mucho más dinámicos.
Las órdenes programables en el sistema de gambitos está limitada al inicio del juego pero podemos ampliar el número de las mismas al ir rellenando el tablero de licencias de cada personaje.
Cada orden viene indicada por un número que determina su prioridad sobre las restantes y hay una gran variedad de las mismas. En un principio disponemos de un set básico de tipos de comando para nuestros personajes que podemos ampliar y mejorar gracias a las tiendas de gambitos.
Como es normal podemos activar o desactivar este modo de juego automático en cualquier momento, incluso podemos soltar el mando y hacer otra cosa mientras nuestros personajes luchan y suben de nivel por ellos mismos, algo que agradecerán los que odian perder el tiempo batallando para mejorar los parámetros de sus personajes.
Si optamos por el modo manual se nos abrirá un gran abanico de opciones para nuestro guerrero, opciones que dependen del tablero de licencias que hayamos escogido para el mismo. Los tableros de licencias son el sistema de evolución de personajes que se implantó en el Final Fantasy XII original y que fue mejorado con los oficios de la revisión japonesa de Playstation 2.
En esta ocasión disfrutaremos de un sistema de oficios mejorado incluso respecto a la revisión japonesa del juego, ya que en esta ocasión dispondremos de dos tableros de licencia entre los doce disponibles para cada personaje.
Una sabia elección de estos tableros es vital a la hora de equilibrar nuestro grupo de personajes para poder curarnos, atacar con contundencia a todo tipo de enemigos o otorgarnos efectos beneficiosos que nos ayuden a superar las batallas más difíciles.
Otro aspecto original de Final Fantasy XII es que las armas, protecciones y habilidades de nuestro personaje han de ser desbloqueadas en el tablero de licencias y vienen determinadas por el oficio que escojamos. Esto viene representado por una casilla que tiene un coste de puntos de licencia que se obtienen al ganar combates.
También tendremos la posibilidad de invocar a un poderoso espíritu llamado esper para que nos ayude en combate, algo que se nos otorgará al derrotarlos durante el transcurso de la historia, aunque más de la mitad habrá que buscarlos concienzudamente. Una vez derrotados, los espers aparecen como una casilla especial en el tablero de licencias y se ha de ligar a un personaje, el cual será el único capaz de invocarlo.
Hay un total de trece espers y para utilizarlos consumiremos de uno a tres bloques de MP especiales dependiendo de la fuerza del guardián invocado.
También existen tres ataques especiales por personaje que se han de desbloquear en el tablero de licencias y que reciben el nombre de sublimación. Cada uno tiene un coste de bloques de MP distinto y al realizarlo se puede combinar con el de nuestros dos acompañantes para crear un potente y devastador ataque que según el combo puede culminar en un poderoso conjuro mágico.
En cuanto a la exploración veremos que todo el mapa está ligado y hay zonas secretas que iremos descubriendo al cumplir ciertos requisitos o realizar alguna misión secundaria.
Hablando de misiones, aparte de lo que es historia principal encontraremos dos tipos de las mismas, unas son las cacerías de monstruos especiales conocidos como escorias. Las otras son las clásicas misiones que te dan personajes secundarios y que se activan al ir conversando con las buenas gentes que pululan por el mundo de Ivalice.
No faltarán las ciudades y pueblos donde comprar equipamiento, habilidades mágicas o la clásica taberna donde podemos ver los anuncios de misiones de cacería para poder activarlas.
En Rabanasta estará situado el clan Centurio, un gremio de cazadores donde podemos obtener objetos especiales al subir nuestro rango de cazador e incluso acceder a las misiones de cacería más exigentes.
Para desplazarnos rápido por ivalice podemos usar medios de transporte aéreos que nos llevarán a las principales ciudades o usar teleportitas en los cristales dorados para ir a zonas más específicas. Para movernos rápido en las zonas de batalla podemos contratar chocobos. Los citados cristales también nos servirán para guardar partida, aunque también existe un sistema de guardado automático que salvará más de una vez el culo a todo aquel despistado que se haya olvidado salvar la partida manualmente.
Otro aspecto novedoso es que no obtendremos dinero al ganar una batalla. En esta entrega los enemigos nos darán materiales o objetos al derrotarlos que debemos vender en las tiendas para obtener los preciados Guiles.
Interesante es derrotar a un mismo tipo de enemigo consecutivamente para hacer un combo especial que provoca que suelten objetos de calidad con mayor frecuencia.
No quiero olvidarme de una opción que en principio me parecía una chorrada, pero que creo que sienta muy a la jugabilidad de Final XII. Dicha opción consiste en poder aumentar la velocidad del juego al doble o cuádruple de lo normal, algo que dota al juego de una mayor fluidez a la hora de pasar por zonas llenas de combates sin importancia o al desplazarnos por los pueblos o ciudades. La verdad es que la velocidad normal se hace bastante lenta y el poder cambiarla tocando solo un botón se agradece mucho.
Aparte del modo historia, también podemos disfrutar de los desafíos y varios tipos de New Game + al completar el juego, algo que hará las delicias de los que quieran sacarle todo el jugo a Final Fantasy XII, lo que supondrá seguramente haberle metido más de cien horas.
Técnicamente, la revisión HD ofrece un buen limpiado de texturas y gráficos, sin grandes alardes pero que lo hacen visualmente atractivo, más si lo comparamos a cómo se veía el original con el cable de componentes en una televisión de alta definición. Los videos CG también se han remasterizado con un gran resultado.
El juego funciona a 30 frames por segundo y se mueve de una manera fluida, aunque por la diferencia de potencial técnico hubiera sido ideal que funcionará a 60 fps.
El apartado musical es el que mejor ha salido parado de esta revisión HD de Final Fantasy XII. La nueva banda sonora remasterizada de los temas originales de Hitoshi Sakimoto es sencillamente brutal, escuchar temas como el del imperio Arcadiano orquestados con un buen sistema de sonido es algo que no se puede expresar en palabras, al igual que el sonido envolvente de las escenas de introducción, una maravilla. Curiosamente podemos seleccionar en opciones la banda sonora original de la versión Playstation 2 y habrá incluso una tercera versión de la banda sonora disponible en forma de descarga para quien compró las ediciones en Steelbook o coleccionista. Esta tercera versión es similar a la original de PS2 pero con el uso de mejores samples para los instrumentos y con una mejor calidad de sonido.
Personalmente Final Fantasy XII es una de mis entregas favoritas de la saga, del que disfruto mucho por su sistema de combate, multitud de secretos, puzles y su ambientación de universo de fantasía heroica con grandes influencias de Star Wars, en la que los jueces brillan con luz propia, aunque es una lastima que estén un poco desaprovechados dentro de la historia.
En definitiva una gran revisión que trae un buen puñado de añadidos respecto a la versión que jugamos en PS2, algo que te invita a volver a pulular por las tierras de Ivalice si ya lo jugaste o a descubrirlas en la versión más completa de este juego.