Hoy nos hemos despertado con la noticia de que Steve Jobs ha muerto a los 56 años a consecuencia de una larga y penosa enfermedad.
Steven Paul Jobs nació en San Francisco, California, el 24 de febrero de 1955 y se le conoce principalmente por ser uno de los co-fundadores de Apple junto con su amigo de la adolescencia, Steve Wozniak. Ambos fueron responsables de un hito que genera admiración e inspiración para millones de personas en el mundo, y fue el de llegar a crear la empresa más influyente y una de las más ricas del sector de la informática a partir de una idea concebida y llevada a cabo en el garaje de su casa.
No nos importan demasiado las desavenencias entre los directivos y gestores de Apple, pero si es interesante indicar para conocer un poco mejor al genio que hay detrás del personaje que, durante el periodo en que Steve estuvo ausente de la compañía (1985-1997), nunca dejaba de inventar ni de trabajar y que aprovechó su talento en otros asuntos como la creación de Pixar.
Pixar era una empresa subsidiaria adquirida a Lucasfilm, a la que nadie conocía hasta que Steve revolucionara la industria de animación con el lanzamiento de Toy Story…. ¿hace falta decir más?. La empresa se convirtió en algo tan grande y exitoso que llegó a acaparar todos los lanzamientos importantes de Disney y acabó siendo comprada por esta última por una cantidad ingente de dinero.
Sin embargo, Jobs seguía teniendo una espinita clavada por culpa de su querida Apple, y volvió a ella para crear tres nuevos dispositivos que revolucionaron una vez más los sectores a los que pertenecían; iPod, iPhone y iPad, los cuales son referentes indiscutibles de tecnología y han fomentado su imitación hasta la saciedad alcanzando, además, unas cuotas de mercado exageradamente altas para el precio que tienen, siendo considerados productos de lujo.
Muchas serán las personas que muestren sus respetos a este genio de la tecnología de hoy en adelante, pero sin duda nos quedamos con las declaraciones de su eterno rival, Bill Gates:
«El mundo raramente ve a alguien que haya tenido el profundo impacto que Steve ha causado, los efectos serán percibidos por muchas generaciones en el futuro. Para aquellos que no tuvieron la suerte de trabajar con él, fue un enorme placer. Sentiremos inmensamente tu falta, Steve.»
Nosotros, desde pulpofrito, queremos rendir con esta entrada un humilde homenaje a la persona que fue más que al personaje que conocimos, y deseamos que por fin descanse en paz.
iBye Bye amigo, gracias por tu legado.
