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[Análisis] Mortal Kombat

Un poco de historia. ¡Que son 20 años!

Mortal Kombat es una de esas sagas de videojuegos que han tenido la suerte o la desgracia (según se mire) de saltar a la fama no tanto gracias a su calidad, sino gracias al salvajismo del que hizo gala desde el primer momento.

Seguramente por eso me gusta tanto.

Fue allá por 1.992, casi hace 20 años, cuando Midway y Acclaim nos traían un juego de lucha muy diferente a lo que estábamos acostumbrados. Los personajes no eran sprites dibujados: eran actores reales. Actores reales a los que podías quemar vivos, arrancarles la cabeza, el corazón… aquello destilaba amor por los cuatro costados ya desde el principio.

Fue tan impactante que se portó a prácticamente todas las consolas y plataformas existentes en la época. Para la ocasión, se «compuso» (perdónenme los compositores) un álbum de música machacona con 10 canciones: una por cada personaje y dos versiones del conocidísimo Techno Syndrome que quedaría para siempre como tema principal de Mortal Kombat.

Varias secuelas vendrían después. Unas geniales, otras verdaderamente atroces. Música, películas, animación 3D chustera, cómics, merchandising… el dragón de Mortal Kombat se había convertido en una gallina de huevos de oro.

Con el salto a las 3D en Mortal Kombat 4 para PSX, la saga perdió un 95% de su atractivo y esencia, ya que tanto personajes como escenarios parecían modelados por un equipo de diez monetes aporreando teclas y ratones con el 3DStudio. Horrible. Lo único que se salvaba eran las fatalities, y tampoco os creáis.

Así que si me lo permitís, y si no también, voy a saltarme todas esas secuelas en 3D y un par de prostituciones más en formato beat’em up que no se merecen ni que les escupamos encima para hablar del último. Del bueno. Del nuevo.

Mortal Kombat 9 o Mortal Kombat, el reinicio de la saga.

Admitamos que como juego de lucha, Mortal Kombat nunca ha estado a la altura de otros grandes. Street Fighter, Fatal Fury, y sucedáneos eran bastante más «técnicos» y requerían de más experiencia para ser superados. Mortal Kombat 1 y 2 podrían acabarse fácilmente saltando atrás, luego hacia delante y dando una patada. Y así hasta ver explotar al último malo maloso de turno.

El nuevo Mortal Kombat es mucho mejor. Ya jodería. Hay enemigos torpes y hay enemigos absolutamente nazis en niveles de dificultad de normal para arriba. Por ejemplo, Ermac. Hay combos, hay golpes aéreos, llaves de todo tipo, y no son tan «ortopédicos» como eran en el resto de las entregas.

El modo historia se centra en los tres primeros juegos. El cansino de Shao Kahn quiere invadir el reino de la Tierra desde el Mundo Exterior, del que es emperador autoproclamado. Aunque también está por ahí el reino del Infierno que quiere su cachito de pastel. Tiene que ganar 10 Mortal Kombat seguidos para poder invadir la Tierra, y ya lleva 9. Y se supone que hay un Mortal Kombat por cada generación.

El juego nos va asignando un luchador con el que disputamos unos cuantos combates en los que se nos va contando su historia, sus relaciones con el resto y los verdaderos motivos por los que está peleando en Mortal Kombat. Algunos luchan por salvar al mundo, otros luchan por su ego, por venganza, o para ser eternos™. Amor, odio, venganza, traición, sangre. Mucha sangre.

El plantel de luchadores es muy extenso y están los más carismáticos de la saga. Aunque la historia respeta mucho la original, se han replanteado muchas cosas para hilarlas y darles el sentido necesario. Por poneros un ejemplo, Quan Chi es del Mortal Kombat 4 y está aquí para darle fuerza a la parte de la historia del reino del Infierno. Kratos, por su parte, está como extra exclusivo para la versión de PS3, y no pinta nada en la historia.

Me aburro. ¿Mola o no mola?

Mortal Kombat mola, y mucho. Se han currado todos y cada uno de los aspectos posibles. Es uno de esos juegos que se nota que se ha hecho con dedicación y cariño.

Los escenarios, por ejemplo, son recreaciones de los que ya conocimos en las tres primeras partes, y con todo lujo de detalles. Hay hasta SIETE de ellos con «stage fatality» en la versión PS3 (ya que el escenario de Kratos es uno de ellos): The Pit (en todas sus variantes), Living Forest, Dead Pool, The Street, Subway, Hell y Chamber of the Flame, escenario de Kratos, que tiene TRES fatalities diferentes. Mención especial a la del metro, que todavía me estoy riendo, y a la piscina de ácido, que os recordará a cierta escena de Terminator II.

Los personajes están modelados perfectamente y van sufriendo daños a lo largo de la lucha. Las ropas en general se mueven junto con el personaje con una física muy creíble en la mayoría de los casos y también sufren daños. Los trajes están muy detallados como podréis comprobar, por ejemplo, en los aguijones de Scorpion. Sí que tengo que decir que un par de ellos que se supone que son orientales (Liu Kang y Kung Lao) se parecen al frutero de mi barrio, que es panameño.

Las voces le dan personalidad a cada uno de los personajes, y lo tenéis incluso doblado al español, aunque a veces no esté todo lo sincronizado que se desearía. Si lo jugáis con las voces en castellano, veréis en varias ocasiones que Raiden mueve la boca sin decir nada.

TETAS. ¿Por qué no decirlo? Las luchadoras gozan de unas formas y unas curvas que harán que más de uno se enganche a este juego por algo más que por la sangre y las hostias como panes.

Y finalmente, aunque no por ello menos importante: las fatalities. Si no sabéis lo que son (bienvenidos a mi planeta y tal), os lo cuento: son movimientos finales extra-sangrientos y humillantes con los que acabar con tu oponente después de ganarle en la pelea. En esta ocasión se nota que no se han cortado un pelo y son extremadamente salvajes y gores, aunque siempre con un toque de humor negro. Aquí, por ejemplo, Reptile echándole un poco de Listerine Mentol a Nightwolf para luego hacerle una reducción de estómago:

Vale, ¿y la lucha, qué?

Bien, como os decía, es mejor juego de lucha como tal que cualquiera de los otros Mortal Kombat. Tampoco llega al nivel técnico que pueda tener un Tekken (por ejemplo), ni al frenetismo extremo del Marvel VS Capcom 3, pero tiene muchas posibilidades de combos y agarres, e incluso un modo por equipos al más puro estilo tag. Podemos empezar un combo con un personaje y terminarlo con otro.

Aparte de golpes normales, combos, agarres y movimientos especiales, tenemos una novedad en la saga: los X-Ray moves. Son como la típica «especial» del juego de lucha que requiere que se nos llene completamente una barra de power. Los efectos son absolutamente devastadores en la mayoría de los casos, y espectaculares en todos ellos, ya que veremos cómo se rompen los huesos de nuestros rivales (¡o los nuestros!) a cámara lenta y con efecto rayos-x cuando alguien reciba uno de estos ataques. Respecto a si estos ataques rompen la dinámica del combate, es cuestión de gustos. A mi me parece que están muy equilibrados, aunque hay gente que no los soporta. Mirad cómo saltan los dientecicos, mirad:

Por lo demás, tenemos movimientos especiales mejorados (consumen parte de la barra de power), combo breakers, tag-specials (nuestro compañero de equipo puede asistirnos con un ataque sin entrar a la lucha, o entrando y atacando), recovery (pulsar cualquier dirección al caer al suelo para levantarse más rápidamente) y wake up attacks, que son, como su propio nombre indica, ataques al levantarse.

Como movimientos finales, tenemos las consabidas fatalities (normalmente dos por personaje, salvo algunas excepciones que tienen más), las stage-fatalities (depende del escenario donde estemos peleando) y babalities (convertir al enemigo en bebé siempre ha sido estúpido, aunque en esta ocasión suele ser bastante gracioso porque cada uno hace una monería). La primera fatality de todos los personajes ya viene desbloqueada en la lista de movimientos. El resto, hay que averiguarlas o conseguirlas. Mirad, otra vez Nightwolf, esta vez con migrañas:

¿Y de extras, cómo andamos?

Bien, una vez terminado el modo historia, que es bastante largo, tenemos varios extras que alargan aún más la vida de este juegazo, sin contar el modo versus local o el online, que gracias a las caiditas de PSN no he podido aún comprobar qué tal va.

La torre de los retos: 300 retos de todo tipo entre los que puedes encontrar luchas contra hordas de zombis, defender tu derecho a que no te gusten los ositos de peluche (esta es genial), o enfrentarte a varios Goros o Kintaros con una sola barra de vida.  No es nada fácil, pero tampoco se hace pesado superarlos todos, y el premio por hacerlo a algunos les parecerá una maravilla, y a otros nos parecerá que no es para tanto. Yo sinceramente esperaba desbloquear el MK1 clásico o algo así, pero no ocurrió. Snif…

La kripta: es el lugar donde se «compran» los extras de colección. Las músicas, bocetos, storyboards de fatalities, renders, conceptos de escenarios, fatalities secundarias, trajes alternativos, etc. En anteriores entregas, la kripta siempre ha sido un verdadero coñazo. Aquí la han dividido en cuatro zonas bien diferenciadas, a cada cual más asquerosa, en las que tendremos que romper tumbas, mutilar condenados o reventar muertecitos para obtener nuestros premios. Pagados, eso sí, con las monedas que vamos ganando en los otros modos de juego. Si completáis el modo historia y la torre de los retos, os sobrarán monedas para acabar con TODA la kripta desbloqueada.

La nekropolis: es un templo donde están todos los personajes y donde podremos ver todo lo que hemos conseguido en la kripta relativo a ellos. También podremos ver aquí los artworks y las músicas desbloqueadas, así como las BIOs, características y estadísticas absolutas de cada uno de los personajes. Podemos ver hasta cuántos litros de sangre ha derramado Kratos, por ejemplo.

DLC’s?: según dónde nos hayamos comprado el juego (en mi caso en Amazon.com), nos vendrán unas tarjetas con unos códigos que desbloquean trajes clásicos para algunos personajes. De momento no hay ningún DLC para añadir luchadores, aunque rumores hay unos cuantos. Por ejemplo, esa «señora» vestida de rojo que aparece en un par de ocasiones en el modo historia, y atada al otro lado del trono de Shao Kahn en el escenario del coliseo.

Secretos.

Los creadores de esta saga siempre han sido unos cachondos, y suelen esconder secretillos por ahí. Por ejemplo, en el Mortal Kombat 1 (el de 1.992), si ganabas con doble flawless (perfect) en The Pit y ejecutabas un fatality, todo ello sin utilizar el botón de bloqueo durante todo el combate, pasabas a pelear con Reptile en la parte inferior del mismo escenario. Esta entrega no es una excepción:

  • Lucha contra Klassic Smoke: en el modo arcade (cualquier dificultad), cuando veas a Klassic Smoke asomarse detrás de un árbol en el escenario Living Forest, pulsa SELECT. No siempre aparece, por supuesto.
  • Lucha contra Klassic Reptile: se parece mucho a lo que había que hacer en el viejo MK1. En el modo arcade, escenario «The Pit (Night)», cuando veas alguna figura pasar por delante de la luna (puede ser Santa Claus, una bruja…), debes ganar con doble flawless (perfect) y hacer la fatality de escenario.
  • Lucha contra Klassic Noob Saibot: en el modo arcade, escenario «The Temple», si ves a Noob Saibot a la derecha del altar, acaba con tu enemigo sin pulsar el botón de bloqueo.
  • Lucha contra Klassic Jade: en el modo arcade, cualquier dificultad y el número de rounds por defecto (dos), llega hasta Shang Tsung sin perder ninguna pelea (puedes perder un round por cada personaje, pero no dos). También es necesario que llegues a él con al menos TRES flawless (perfects) y TRES fatalities (también sirven las de escenario). El último requisito es vencer a Shang Tsung con double flawless sin perder ni un solo round contra él. ¡TELA!

Respecto a la música, podemos escuchar las melodías clásicas en casi todos los escenarios. Eso sí: solo en modos donde se nos permita elegir escenario. Al confirmar con el botón START, oiremos una risa de Shao Kahn. A alguno se os caerá una lagrimilla.

Vale, me lo compro.

¡Cuidado! Como sabéis, las distribuidoras nos suelen dejar fuera de las ediciones especiales buenas. Si os lo queréis pillar sin más en edición normal, seguro que sabréis dónde acudir. Sin embargo, si queréis una edición especial, hay varias a tener en cuenta:

Mortal Kombat Kollector’s Edition: trae el juego, dos figuras de Scorpion y Subzero a modo de «sujetalibros», un libro de ilustraciones y conceptos del juego, y tarjetas con códigos de trajes «retro» para alguno de los ninjas y avatares de la PSN. Realmente impresionante y currada.

Mortal Kombat Tournament Edition: trae el juego y el joystick, además de algunas tarjetas más con contenido diverso, como trajes retro también.

Mortal Kombat Edición Coleccionista: la que ha llegado a España también trae una figura de Subzero y Scorpion, pero diferente y más pequeña. Incluye también un par de tarjetas con códigos y el libro de arte. ¡Ah! ¡Y la caja del juego metálica!

Una última advertencia

Es público que este Mortal Kombat, al menos en versión PS3, tiene un bug conocido que se carga tu partida guardada, obligándote a empezar de cero. Se supone que ya hay un parche en PSN que lo corrige, pero tened cuidado aún así. En mi caso, tuve que rehacerme el juego completo con el modo historia terminado y 221 retos de la torre superados. ¡Avisados estáis!

Conclusiones

  • La historia, redefinida de cero para que todo tenga sentido, pero respetando bastante el argumento original.
  • Los gráficos. Unos escenarios absolutamente magníficos y unos personajes muy currados.
  • Más gore y más bestia que nunca.
  • Kratos, en la versión PS3.
  • Compatible con televisores 3D para verlo en… 3D.
  • Largo y difícil, como la vida.
  • Los extras, autoguiños retro y los secretillos, que le dan mucha vida.
  • Traducido y doblado al idioma de Cervantes.
  • ¿He dicho que más gore y más bestial que nunca? Pues eso.
  • Tenerlo.

  • La ¿curva? de dificultad en la torre de los retos. Podemos pasar de un paseo en un anuncio de compresas a un infierno infumable en un momentito.
  • El «idioma» Mortal Kombat. Los personajes gritan estupideces sin sentido al hacer sus movimientos especiales, como viene siendo habitual en la saga.
  • Liu Kang y Kung Lao parecen latinos.
  • Shao Kahn es ESTÚPIDAMENTE difícil y ni él ni los mid-bosses (Goro y Kintaro) son -a priori- seleccionables.
  • No tenerlo.

Sobre el autor

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